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Minsal es partidario de generar impuestos diferenciados para alimentos
Por su parte, la industria se mostró contraria a subir los gravámenes y señaló que esto se puede transformar en “una bolsa de gatos”. Tema fue abordado en el coloquio “Antes de Comer: Pare, Mire y Lea”, organizado por el Instituto de Políticas Públicas en Salud (IPSUSS) de la Universidad San Sebastián, donde se presentaron los resultados de una encuesta donde el 50% de las personas que leen el etiquetado de alimentos señala que influye en su compra final.
Miércoles 27 de abril de 2016
A dos meses que comience a regir el nuevo Etiquetado de los Alimentos, que obliga a rotular con un disco pare de color negro todos aquellos productos envasados que contengan un alto contenido de azúcar, sal y grasas, un estudio realizado por el Instituto de Políticas Públicas en Salud de la U. San Sebastián (IPSUSS) revela que 7 de cada 10 personas lee las advertencias sanitarias que se colocan en estos productos y que de ellos, un 50% reconoce que influye en la compra final.
Los resultados fueron presentados en el Coloquio “Antes de Comer: Pare, Mire y Lea”, en donde participaron como panelistas el jefe del departamento de Políticas Públicas del Ministerio de Salud, Tito Pizarro, la presidenta de la Fundación Chile Vive Sano, Cecilia Morel, la gerente técnica de AB Chile, Marisol Figueroa y el presidente del Colegio de Nutricionistas de Chile y docente de la USS, Samuel Durán.
En la oportunidad, el experto del Minsal Tito Pizarro, explicó que independientemente que el nuevo etiquetado comience a regir en junio, ya se están viendo cambios de conducta en la población que acuden a los supermercados y que se encuentran con alimentos que ya cuentan con esta advertencia, que algunos fabricantes han colocado anticipadamente en los envases de sus productos.
No obstante, adelantó que a fin de año se realizará una evaluación de esta política. “Tenemos que mirar las encuestas de consumo, qué es lo que está consumiendo la sociedad chilena, menos o más de estos productos. Y tenemos que hacer encuestas de opinión si se entendió el etiquetado, porque podemos descubrir que la realidad es distinta a lo que se cree. En un tiempo más largo, tenemos que mirar el perfil de los alimentos. Saber de verdad que hubo un cambio en la oferta y la claridad de la información al consumidor. Nosotros seguimos la obesidad en las embarazadas, en los niños menores de seis años y la ley obliga también hacer un seguimiento en las escuelas y la universidad. Entonces vamos a tener indicadores para poder decir estamos impactando. Pero también hay que ser bien honestos que lo primero que tiene que ocurrir es el cambio en los alimentos, que tengan menos de estos nutrientes y después, esperamos ver cambios en la obesidad”.
Por su parte, la industria de alimentos y bebidas, agrupadas en AB Chile, si bien valoran la medida, critican la forma en que se está implementando. “No compartimos las soluciones técnicas que se dieron”, dijo la gerente técnica, Marisol Figueroa, en referencia al diseño de la advertencia y la calificación de los alimentos altos en algún nutriente considerado crítico. Respecto a lo primero dijo que el etiquetado “sataniza o estigmatiza productos que están considerados en la canasta básica de las familias”.
Impuestos diferenciados para los alimentos
De los 34 países de la OCDE, Chile, junto a Australia e Israel, no presentan impuestos diferenciados, por eso su eventual implementación para desincentivar el consumo de alimentos altamente calóricos no se rechaza de plano.
Al respecto, el experto del Minsal señaló que es una materia que está en estudio, y que incluso se avanzó en una mesa de trabajo con el colegio de nutricionistas. “Nosotros sabemos que una de las razones por las que la gente compra un producto es el precio. Si bajo el precio lo compro más. Si bajan las verduras o los lácteos, la gente va a consumirlos más y si subo el precio de aquellos alimentos que son altos en, obviamente va a disminuir ese consumo. Entonces es otra medida que este país tendrá que reflexionar en su conjunto. Tenemos que darle una vuelta, y ver si hay que introducir medidas impositivas. Ese es un tema que hay que discutir, no hoy día, porque hoy estamos haciendo una gran política que es la de etiquetado, pero si es un tema de reflexión en el país. El impuesto está en discusión, hay que hacer la reflexión y hay que someterlo también al juicio de todos los ciudadanos”.
Desde la industria, Marisol Figueroa, menciona que el problema no es la recaudación de recursos, sino que es muy difícil que ese dinero que se recaude se pueda utilizar en la prevención o en atenciones de salud. “Lo que puede ocurrir es que termine en una bolsa de gatos”. Agregó que “muchos de los países que han colocado el impuesto en los alimentos, después lo han sacado, porque no ha funcionado, porque lo que sucede en la práctica es que desplaza el consumo de unos productos a otros, o cambia la compra de bienes en cosas distintas, pero en estricto rigor no ha producido el efecto que se buscaba, porque lo que pasa es que si un producto se pone más caro, entonces dejo de comprar productos para el aseo del hogar, cuidado personal y voy a comprar este alimento más caro. Y otro efecto es que esto le pega a la gente más pobre, porque lo que hace es que la poca disponibilidad que tienen, deben destinarla a alimentarse y les saldría más caro. Todo el rato se está eludiendo lo que es de fondo, el haberles educado, enseñado, tratando de cambiar el hábito. No funciona así la gente, tiene que haber un tema de convicción interna y por lo tanto, hablaban tanto del hábito alimentario, y del tema de estilos de vida saludable, de convencimiento y de ir educando a la población y mientras eso no se aborde no va a funcionar”.
El presidente del Colegio de Nutricionistas en tanto, indicó que “estuvimos sesionando todo el año pasado, con el fin de ver si era factible o no ponerle impuesto a los alimentos azucarados. En Chile las bebidas azucaradas tienen un impuesto que nadie sabe. Pero ese impuesto no fue con el objetivo de mejorar la salud de los chilenos, sino para ingresos en las arcas fiscales. Ahora se estaba pensando si era bueno o no ponerle impuestos a los otros alimentos con azúcar y finalmente la recomendación es que sí, aunque es bastante difícil de hacer, porque una bebida con azúcar tiene o no tiene, pero hay alimentos con azúcar que pueden tener desde un gramo a 99% azúcar, entonces más difícil decir qué alimentos entran o no en esa categoría, y el Ministerio de Salud no se ha cerrado”.
¿Light o line? Nuevas advertencias irrumpen en el mercado
Así como llamó la atención que anticipadamente la industria alimenticia esté incorporado la advertencia del disco pare en los productos, también ha sorprendido la aparición de nueva terminología como “line, balance, visa sana y estar bien”.
Sobre eso Pizarro advirtió que “hay que ser muy riguroso en que se cumpla la ley”. “Si le coloco un descriptor y pongo que es baja de peso u ocupa palabras en inglés y entusiasma a la gente porque pareciera ser mejor, llaman la atención. Nosotros vamos a ser muy exigentes en la fiscalización que todos esos mensajes deben llevar debajo y de manera muy clara, en qué bajó este alimento. Si dice que es light, debe decir en qué lo es. Si no dice, está incumpliendo la ley y en eso vamos a ser muy nítidos y claros en la fiscalización. No vamos a permitir publicidad engañosa”.
¿Por qué no se ocupa la Ley Elige Vivir Sano?
La presidenta de la Fundación Chile Vive Sano, Cecilia Morel, en tanto, llamó la atención que el gobierno no capitalice la Ley Elige Vivir Sano, que contiene una serie de herramientas para abordar el problema de la obesidad y sedentarismo. “Se extraña una mayor visibilización del Elige Vivir Sano”, dijo, quien encabezara el programa a partir de 2013 hasta el 2014.
“Se extraña porque hoy aparecen medidas aisladas; una por aquí y otra por allá, en vez de juntarse y producir una sinergia que potencia el mensaje. Se está perdiendo eso y existe la ley. Hay un mandato que crea la secretaria ejecutiva de Elige Vivir Sano, que depende el ministerio de Desarrollo Social, y como dije, este es un problema que va más allá de la Salud, porque tiene que ver con un problema social; nos aumenta la desigualdad, la pobreza. Tiene que ver con un tema país. Entonces, tiene tanta implicancia que si no lo abarcamos todos los sectores no vamos a poder con una misión tan amplia, que necesariamente es ineludible la participación personal, pero por supuesto todos los sectores incluidos la sociedad civil”.
El presidente del Colegio de Nutricionistas y docente de la USS, Samuel Durán, por su parte emplazó al Ministerio de Educación a coordinar un trabajo con los nutricionistas para realizar el monitoreo nutricional de los estudiantes en las escuelas. Tema que está dentro de la Ley de Etiquetado de los Alimentos, pero que aún permanece en tierra de nadie. “La ley habla de monitoreo educacional, y ahí hay un tema que los profesores no están capacitados para hacerlo ni tampoco los profesores de educación física, porque es un nutricionista quien debe monitorear, porque no se trata sólo del peso y talla, sino más profundo, que puede ir de patrones alimentarios, evaluación estado nutricional. Entonces no es una cosa tan simple y eso la ley explicita que debe ocurrir. En esta parte ha habido un silencio absoluto. El llamado es que el Mineduc llame a los nutricionistas. Nosotros estamos tratando de contactarnos con ellos para poder incorporarnos a las escuelas. Hay una ley que no se está respetando sino somos convocados”, afirmó.