Conocer la frecuencia y determinar cuáles de las hospitalizaciones pueden ser consideradas como evitables, cuáles son los factores más influyentes en estos problemas de salud y cuál es su costo para la red asistencial, es parte de lo que todo servicio de salud busca para un mejor manejo de camas y recursos.

Se espera que las hospitalizaciones potencialmente evitables no utilicen recursos hospitalarios cuya característica es ser más caros, escasos y complejos para la resolución de problemas de salud definidos como susceptibles a ser atendidos en la atención primaria.

En esa línea, invitados al Coloquio “Hospitalizaciones Evitables”, organizado por IPSUSS de la U. San Sebastián, identificaron algunos aspectos que podrían ayudar a disminuirlas. En la oportunidad se presentó el proyecto “Hospitalizaciones evitables por condiciones sensibles a atención primaria de salud: Estudio longitudinal sobre la influencia de los determinantes sociales de la salud y sus costos para el servicio de Salud del Reloncaví, Chile”, desarrollado entre 2014-2019.

Según el economista senior de la Comisión Nacional de Productividad (CNP), José Luis Contreras, “las hospitalizaciones evitables son un indicador de eficiencia, un indicador que se usa hace bastante tiempo. De hecho, en Chile esto está súper estandarizado; llevamos más de 30 años con estándares de la OMS”.

En ese sentido, precisó que “Chile al compararse con países desarrollados no estamos tan alejados. Diría que no estamos tan alejados de países de primer mundo, pero estamos mejor que ciertos países latinoamericanos. Va a depender de la ratio de personas por médicos, ya que en la APS de Chile es 2.500 por médico y en países desarrollados se llegan a mil 200 personas por médico, más o menos. Pero otros países latinoamericanos, probablemente, tienen menor proporción de médicos por personas que nosotros, y la lógica debería ser que tienen más hospitalizaciones evitables que nosotros. Quizás Cuba y Uruguay son la excepción”.

Respecto a cómo saber identificar hospitalizaciones evitables, la investigadora y académica de la U. San Sebastián, María Soledad Kappes, señaló que “hay que detectar los factores que la producen para optimizar o focalizar las estrategias en la población que más lo necesitan y evitar que se produzca, y que esas personas se hospitalicen y ocupen camas que podrían ser consumidas, por ejemplo, con la lista de espera quirúrgica. Entonces, lo que nosotros necesitamos hacer es identificar a la población de mayor riesgo y en esa población focalizar los esfuerzos para evitar que lleguen a hospitalizarse”.

Añadió que “lo primero es la investigación, ya que aporta mucho. Lo que han hecho otros países es identificar cuáles son los sectores donde podemos influir en estos factores para evitar hospitalizaciones. Un primer paso es la investigación que se hizo, por ejemplo, en el Servicio de Salud Reloncaví, pero hay que replicarlo en otros servicios de salud porque son distintos geográficamente. De hecho, la OPS sugiere medir estos factores y hacer esta medicación cada dos años por comuna”.  

El director del Servicio de Salud del Reloncaví, Jorge Tagle, también coincidió en darle un enfoque por zona para tener una mejor cobertura. "Es necesario abordar las necesidades de salud de la población con enfoque territorial. En ese sentido, la alianza con la academia puede contribuir a mejorar los resultados sanitarios", puntualizó.

En la oportunidad, el moderar del Coloquio y director ejecutivo de IPSUSS, Arturo Zuñiga, precisó que el resultado de la investigación presentada "de más de 8.300 días/camas evitables, se podrían haber puesto a disposición de otros pacientes, por ejemplo, los que están en lista de espera. Extrapolando esto a nivel nacional, es como tener un hospital de Maipú completamente nuevo a disposición de la ciudadanía. Esa es la magnitud de los resultados obtenidos de este grupo de académicos de la U. San Sebastián".