Dado que la tendencia inflacionaria no cede, el Banco Central decidió aumentar nuevamente la Tasa de Interés de Política Monetaria (TPM) en 75 puntos base, hasta 9,75%. 

Según explicó el organismo contralor la medida obedece a un contexto internacional, "los bancos centrales han seguido aumentando las tasas de referencia, o señalizando un alza más rápida ante la mayor persistencia inflacionaria" y agrega que "las alzas continuarán hasta lograr controlar la inflación".

En el caso de Chile, la inflación total alcanzó 12,5% anual en junio, mientras que el crecimiento económico de mantiene estancado. "El escenario macroeconómico presenta riesgos elevados. El deterioro de las condiciones financieras globales ha sido más rápido e intenso que lo previsto, reduciendo el precio de las materias primas y las perspectivas de mercado sobre el crecimiento global. En medio de una elevada incertidumbre interna, esto ha llevado a una fuerte depreciación del peso. En el corto plazo, estos desarrollos provocarán un alza adicional de los precios internos, en un contexto en que la inflación y su persistencia ya son elevadas. El Consejo estima que serán necesarias nuevas alzas de la TPM para asegurar la convergencia de la inflación a 3% en dos años".

Al respecto, el decano de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad San Sebastián, Alejandro Weber, indicó que "es una medida necesaria y en línea con lo que esperaba el mercado".

Sin embargo, el especialista agrega que el Banco Central "es particularmente enfático en atribuir una fuerte incidencia sobre la inflación y la contracción de la inversión y el crecimiento a la 'elevada incertidumbre local', ocasionada por el proceso constituyente y la reforma tributaria.

"Lamentablemente, la enorme incertidumbre del proceso constituyente sumado al mega impuesto que plantea el Gobierno, es una combinación muy peligrosa que va en la dirección contraria a generar certezas y confianza en nuestra economía. Con una reforma tributaria que subirá un 20% la carga tributaria del país en un contexto de agobio para las familias es solo cuestión de tiempo para que termine perjudicando a la clase media, con una reducción de la torta, ahondando en el frenazo de la inversión y su consecuente impacto en el empleo", dijo.

Agregó que como consecuencia del incremento en la tasa, "se debiera esperar un incremento en el costo de la deuda de corto plazo, como los créditos de consumo. Sin embargo, el desastroso desempeño del peso chileno que hoy llegó a cotizarse en torno a los $1.040, muestra que la mejor receta para combatir la inflación es institucional: reducir la incertidumbre local".