La modificación a la Norma N°254 propuesta por el Ministerio de Salud, la cual busca redistribuir los campos clínicos -bajo el alero del Estado- en base a criterios como la gratuidad que las universidades entregan a sus alumnos, sigue generando discusión.

Ya los rectores de las universidades San Sebastián, Mayor y de Los Andes, acusaron que la medida es “discriminatoria”. Antes, los decanos de las facultades de medicina de éstas y otras casas de estudios también hicieron un llamado a la autoridad a reconsiderar esta medida. Es más, en una columna de opinión dijeron que “nos resistimos firmemente a todo intento de soslayar y excluir a los centros formadores privados del uso de las instalaciones de campos clínicos estatales a través de asignaciones arbitrarias, excluyentes y además discriminatorias”.

Es más, de hacerse efectiva la propuesta del Minsal podría perjudicar al 60% de las universidades privadas del país y afectar a cerca de 74 mil estudiantes pertenecientes a universidades no asociados al Cruch.

La posibilidad de que esta asignación no se haga vía Norma, sino a través de un proyecto de ley, sería para algunos expertos una alternativa viable y que deja de lado cualquier tipo de ideología. Para otros, en tanto, esto no sería recomendable ya que las leyes son “estáticas”, por lo que cualquier modificación se hace compleja.

Al respecto, el decano de Medicina de la U. Valparaíso y presidente de la Asociación de Facultades de Medicina de Chile (Asofamech), Antonio Orellana, asegura que esta idea de hacer una ley para regular los campos clínicos viene a propósito de “no haber logrado grandes pasos en una normativa coherente de los campos”.

Precisa que “se ha pensado que esto vaya a definir estándares bien específicos, puntuales y claros que lleven a legislar sobre eso.  El problema es que la ley es rígida y después de eso, no se va a tener posibilidades de ninguna interpretación mayor”.

Asegura que “lo ideal es que algún día se pudiera hacer algún reparto de esto con todos los agentes involucrados y que existiera esta solidaridad de decir: estoy ocupando el 20% de este hospital, cedo el otro 80% para que lo utilice otra universidad”.

Otro punto que resalta el presidente de Asofamech es lo referente a aquellas alianzas colaborativas entre planteles universitarios. La idea es que “dos universidades conformen esta alianza y eso se presente a la planificación estratégica del hospital. Decirles esto aportamos, esto queremos, con profesores en comunes”. 

Por su parte, el decano de Medicina de la U. San Sebastián, Luis Castillo, aseguró que “la generación de un proyecto de ley, que regule por ley la asignación de campos clínicos a las universidades chilenas, puede ser una buena solución que tiene diversas ventajas”.

En ese sentido, puntualizó que “primero, da estabilidad en el mediano y largo plazo; segundo, permite planificar la formación de los recursos humanos en el mediano y largo plazo; tercero, reenfoca esta situación a una problema del Estado de Chile, no al gobierno; y cuarto, se debe legislar de manera que el acceso a los campos clínicos para la formación de profesionales esté abierto y sea igualitario para todas las universidades del país, independiente si son estatales, privadas, semi privadas o púbicas”.

Para Castillo, “todas las universidades, algunas más y otras menos, tienen formación de recurso humano en salud, por lo tanto, tienen una profunda vocación y servicio público, función pública que debieran que los estudiantes se puedan formar allí”.

En tanto, ex ministro de Salud y decano de la Facultad de Ciencias de la Universidad Mayor, Juan Giaconi, indicó que “por mucho que las leyes rigidizan, a veces las leyes también ordenan y en este tema, a veces es bueno que haya algo de nivel más alto que ordene, así que legislar sobre el tema no me parecería (mal)”.

Añadió que las leyes “fijan las reglas del juego por un tiempo más largo y en esto, si algo se necesita, es estabilidad y que las reglas del juego estén permanentes, no que le estén cambiando cada dos años los campos clínicos porque alguien como alumno o papá se pone nervioso. La ley da estabilidad”.