El Síndrome Inflamatorio Multisistémico Pediátrico (PIMS, por sus siglas en inglés), es una afección que se ha diagnosticado en niños y adolescentes que han sido infectados por el SARS-CoV-2. 

Sus síntomas son fiebre persistente, erupción cutánea y malestar general, que se asemejan a la Enfermedad de Kawasaki.  Otros adicionales son: vómitos, diarrea, dolor abdominal y compromiso cardíaco.

Según informó la subsecretaria de Salud Pública, Paula Daza, en el país se han registrado 69.500 casos de niños con COVID-19, de los cuales 157 han sido diagnosticados con PIMS.

La infectóloga y académica de la Facultad de Medicina y Ciencia de la U. San Sebastián, Loreto Twele, explicó que "lo más importante en estos síndromes inflamatorios multisistémicos es mantener la sospecha diagnóstica. Esta es una enfermedad que no tiene un solo examen que haga el diagnóstico".

La especialista USS agregó que "hay que ir hilando las piezas del puzzle para dar el diagnóstico de manera precoz, porque si se instala de manera muy tardía es mayor el porcentaje de desenlace fatal".

De acuerdo a lo señalado por el Ministerio de Salud "actualmente no hay guías publicadas o recomendaciones internacionales consensuadas con respecto al tratamiento para SIM-C y no hay estudios que comparen la eficacia de alternativas de tratamiento. Sin embargo, hay informes publicados sobre los tratamientos que muchas instituciones han estado utilizando. Los tratamientos han consistido principalmente en cuidados de apoyo y cuidados dirigidos contra el proceso inflamatorio subyacente".