Ante ello, y atendiendo a la importancia que tiene la etapa pre legislativa, algunas figuras, especialmente de la Nueva Mayoría, han señalado la necesidad de abrir el debate a la esfera parlamentaria y no limitar las instancias de mejoras del proyecto cuando éste ya esté en el Congreso.

Así entonces, y entendiendo a que el gobierno señaló que remitiría la iniciativa antes de finalizar enero, los parlamentarios le han solicitado al Ejecutivo que el proyecto sea enviado en la forma de mensaje presidencial a fin que ellos tengan la posibilidad de intervenirlo.

A partir de todo esto, y atendiendo a la forma en la que se ha dado la construcción de la iniciativa, la que ha sido muy diferente a lo que ha ocurrido con otros proyectos emblemáticos del Gobierno de Bachelet, se puede señalar que el Ejecutivo no confió en la forma que hubiera adoptado la iniciativa en caso de haberse abierto a una discusión pre legislativa, especialmente si se considera las diferencias claras que existe entre lo que es la intención de despenalización que plantea el gobierno y lo que ha establecido la Democracia Cristiana.

Así entonces, y aprendiendo de las críticas que el gobierno recibió producto de las modificaciones que se hicieron a lo que inicialmente iba a ser la Reforma Tributaria, fue que el Ejecutivo quiso plasmar una base sobre la que no toleraría intervención, dejando de manifiesto la necesidad de aplicar la mayoría en el Parlamento a fin que éste legisle y apruebe esta compleja iniciativa atendiendo al sentido estricto de lo que fue una promesa electoral.