Las dificultades de acceso a medicamentos de buena parte de la población y los acuerdos internacionales que amenazan con encarecer los precios en Chile, han hecho reflotar la idea de que vuelva a haber un laboratorio farmacéutico estatal.
La salud depende de ellos, nadie puede prescindir de sus productos y sin embargo tienen mala reputación. Se trata de un negocio multimillonario que acompaña a la medicina desde hace décadas, pero que cada vez recibe más críticas.
Pese a las continuas advertencias, muchas personas siguen tomando antibióticos por su cuenta. 27% de nuestros encuestados los escoge sin indicación ni control médico.
Fármacos robados o ingresados de contrabando sin ningún control sanitario están vendiéndose en ferias libres del país. Carabineros aumentó la fiscalización este año y las cifras son elocuentes: entre enero y marzo de 2014 se decomisó 834 unidades, pero esta temporada ya van más de 27 mil. Según el OS-7, los vendedores en este mercado negro obtienen los medicamentos de robos a hospitales y farmacias, algunos pacientes que venden sus dosis y por contrabando, especialmente de países asiáticos. El riesgo para la salud es que esos fármacos -varios de los cuales necesitan vigilancia médica- no están bajo ningún control sanitario ni condiciones de almacenamiento apropiadas.
Según información de Publimetro existen en el país 1.428 farmacias en la Región Metropolitana, pero independientemente de ello, hay 54 comunas en el país que aún no cuentan con este servicio.
Dentro de los medicamentos bioequivalentes hay, fundamentalmente, analgésicos, medicamentos para tratar la ansiedad y depresión, antibióticos, antialérgicos, entre otros.
Dentro de los bioequivalentes hay, fundamentalmente, analgésicos, medicamentos para tratar la ansiedad y depresión, antibióticos, antialérgicos, entre otros.
