Tomar antibióticos exige saber primero si de verdad es lo indicado para la infección que se tiene (que sea un cuadro bacteriano y no viral ni por hongos), y segundo, que ese antibiótico sea el apropiado para el tipo de bacteria que está afectando a la persona. Todo eso sólo puede determinarse con una opinión médica y a veces incluso con un análisis de laboratorio, para identificar el microbio.

El uso abusivo por parte de las personas, y también la excesiva medicación por parte de algunos profesionales de la salud ha llevado a que muchas bacterias hayan desarrollado resistencia a estos fármacos y que cada vez sea más difícil combatirlos. Esto no sólo encarece los tratamientos (porque ahora hay que usar los antibióticos más nuevos para infeciones hasta hace un tiempo fáciles de combatir), sino que ha hecho reaparecer enfermedades que ya estaban bajo control.

El tema de la Resistencia Bacteriana es un desafío actual de la medicina. La Organización Mundial de la Salud está muy preocupada y advirtió recientemente que estamos en situación de riesgo global.

IPSUSS organizó un coloquio científico sobre el tema para el 27 de mayo. Infórmese aquí