Impulsar el cultivo de las Humanidades y las Ciencias Sociales a través del desarrollo de un programa de Bachillerato, es parte del objetivo que tiene la nueva Facultad que se abre en la Universidad San Sebastián, y cuya admisión está contemplada para 2022.

La creación de esta área dentro de la universidad busca fortalecer la formación integral de los estudiantes de pregrado, a través de una oferta nueva de licenciaturas en Filosofía e Historia, en línea con los Doctorados que existen en dichas disciplinas. Por otra parte, a través de estas licenciaturas también se establecerá un vínculo con los Programas de Formación Pedagógica, entre otros, pues se integran en la trayectoria formativa de los estudiantes con vocación de profesor.

“Las llamadas humanidades han estado presentes desde el inicio de las universidades. Ellas son una suerte de ADN que nutre interiormente a la universidad, no solo a través de determinadas carreras universitarias ‘humanistas’, sino de modo interdisciplinario. Dicho de otro modo, las humanidades están inscritas en la naturaleza misma de la universidad. Ahora bien, prudencialmente hablando, la creación de esta facultad es también una muestra de coherencia y fidelidad a nuestro Proyecto Educativo”, explica el Dr. Eugenio Yáñez, quien liderará el proyecto como decano (i) de la nueva Facultad.

¿Qué programas contempla?

La Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales comenzará con un Bachillerato en Ciencias Sociales y Humanidades, el que será conducente -luego de dos años- a una licenciatura en Filosofía, Historia, Literatura y Arte. Asimismo, permitirá ingresar a carreras como Ingeniería Comercial, Derecho, Psicología y las carreras de Educación.

El Dr. Yáñez señala que la Universidad San Sebastián se ha propuesto como misión la formación de buenos profesionales, buenos ciudadanos y buenas personas, “si logramos realizar esta misión, la cual requiere de las ‘humanidades’, estamos ya cooperando al bien común. Nuestro país requiere de auténticos humanistas, capaces de indagar en las causas profundas de los problemas económicos, políticos o sociales que por décadas nos aquejan, es decir, capaces de ver las raíces antropológicas y éticas de estos problemas. Me atrevería a decir, que esta facultad tiene un carácter misionero”, recalca.

Por estas razones, el nuevo decano asume que este proyecto representa una gran responsabilidad. “Con la ayuda de Dios, de las autoridades, de los diferentes estamentos de la USS, de mis colegas y colaboradores, espero responder adecuadamente a la confianza depositada en mi persona. Espero conformar una facultad con identidad USS, más aún en esta época, donde campea lo anodino; con personalidad, es decir, una facultad que deposite su confianza en las personas, y quizás en un futuro no muy lejano, una facultad que genere tradición, que no significa venerar las cenizas, sino transmitir un fuego que enciende el alma”, asegura.