Los efectos de la primavera, el estar muchas horas frente a un computador o viendo televisión, muchas veces se manifiesta en nuestros ojos a través del enrojecimiento de los globos oculares, irritación y lágrimas.

Para contrarrestar estos malestares algunas personas se auto administran gotas. Pero lo que no saben, es que no todas cumplen la misma función. Están aquéllas para paliar las molestias de las alergias primaverales y otras que son para tratar infecciones u otras enfermedades de los ojos. De ahí la importancia de saber cuáles debe utilizar.

Al respecto, la académica de Tecnología Médica de la Universidad San Sebastián, Ana Riquelme, puntualiza que “los colirios son medicamentos que se utilizan para tratar distintas afecciones oculares, desde las simples como una alergia estacionaria a las más complejas y peligrosas como el glaucoma u otras”.

El problema, advierte la especialista es que “las personas en general se automedican, se recomiendan medicamentos que han sido indicados por el médico para una patología específica, y lo utilizan para aliviar cualquier síntoma ocular, haciendo uso indiscriminado de los colirios, sea por desconocimiento, comodidad o falta de recursos económicos para consultar a un especialista. Por otra parte, existen colirios que se venden en las farmacias pero sin receta, lo que hace más fácil la accesibilidad a ellos”.

Riquelme puntualiza que el uso de colirios, “se ve favorecido por la venta en farmacias, de medicamentos sin receta como los colirios para los ojos enrojecidos y las lágrimas artificiales. Sin embargo, los ojos rojos pueden tener varias causas: cansancio ocular, conjuntivitis o infecciones intraoculares de menor a mayor gravedad y que sólo el oftalmólogo puede hacer el diagnóstico diferencial entre ellas”. Destaca que una vez hecho el diagnóstico se puede indicar el tratamiento específico para cada una de las causas que provocan el ojo rojo, técnicamente llamado hiperemia. 

Según la docente USS, al automedicarse las personas “pueden estar utilizando gotas que blanquean el ojo. Estas gotas contienen vasoconstrictores, que son productos químicos que provocan una contracción de los vasos capilares de la superficie del ojo, logrando reducir el enrojecimiento. No obstante, hay muchos otros medicamentos, que al ser usados en forma prolongada, genera resistencia y la hiperemia vuelve a aparecer, es decir, tiene un efecto rebote. Ante esta realidad es aconsejable no usar colirios antes de saber la causa real que provoca el enrojecimiento ocular, ya que se puede estar enmascarando una patología compleja que debe ser diagnosticada y tratada específicamente por el especialista”. 

La docente USS añade que mientras no se puede acceder a una consulta médica, “es aconsejable observar bajo qué condiciones se presenta el ojo rojo: si es en las tardes o todo el día que está rojo, si se acompaña de dolor, secreción, si aumenta con el paso de los días, si es sólo en la primavera o cuando está en lugares con aire acondicionado o si desaparece al despertar. De esa manera se puede ser más preciso en la entrega de información al profesional que brindará la atención,  lo que redundará en un diagnóstico más preciso y una indicación de tratamiento eficaz”.