Esta semana la gran mayoría de los niños retornan a clases presenciales. Frente a este escenario, existe preocupación en algunas comunidades de padres, madres y apoderados. En este sentido, el doctor Carlos Pérez, decano de la Facultad de Medicina y Ciencia de la Universidad San Sebastián, explica que, en comparación a marzo de 2021, el panorama sanitario actual es diferente y llama a la calma.

“El año pasado no teníamos las tasas de vacunación que tenemos hoy, además en estos momentos los niños sí están recibiendo la vacuna en el marco de la campaña nacional. El riesgo de que ocurran brotes, que no fueron importantes en instituciones de educación el año pasado, es bajo. Por lo tanto, eliminar el tema de los aforos no me parece que vaya a influir en mayor medida. Pero ojo, todo esto será posible a medida que se mantenga el uso obligatorio de mascarillas, el aseo frecuente de manos, la ventilación de espacios”, detalla.

Respecto al panorama epidemiológico a días del inicio presencial del año escolar, el infectólogo adelanta que es altamente probable que ocurra lo que ha pasado en el extranjero, donde la ola por Ómicron ya ocurrió. “No lo podemos asegurar con toda certeza, pero el peak, o meseta porque esto se mantuvo por varios días con cifras que subían un poco y luego volvían a bajar, ya ocurrió. En estos momentos estamos ingresando a una fase de descenso tal como se ha observado en países del hemisferio norte. Eso es lo que esperamos para las próximas semanas”.

Mirada desde Educación

Sobre la presencialidad en los establecimientos educacionales, Ana Luz Durán, decana de la Facultad de Ciencias de la Educación, asegura que “la pandemia nos ha enseñado que nada es 100% seguro, por eso es importante que, tanto las comunidades educativas, los alcaldes, alcaldesas y los servicios locales, estén preparados junto a las comunidades educativas para establecer los mejores protocolos de acuerdo a la realidad de cada establecimiento educacional”, asegura. “Claramente, los establecimientos rurales o urbanos tienen condiciones distintas; muy importante es que se establezcan protocolos y que éstos se cumplan, y que cada comunidad educativa conozca a partir de su realidad, cuáles son los mejores procedimientos para seguir en clases presenciales”.

“Las nuevas autoridades se han hecho parte de los planteamientos de la Unesco, que las escuelas son las primeras en abrir y las últimas en cerrar. Si bien, la eliminación de aforos nos puede parecer cuestionable, tenemos que priorizar las actividades presenciales porque no es solo la enseñanza, el aprendizaje y el cierre de brechas. También es la convivencia, un espacio de protección, un espacio de seguridad que entregan las escuelas y los liceos de nuestro país”, finaliza.