El sector salud fue uno de los más controvertidos de 2015, partió con la renuncia de la entonces ministra de Salud, Helia Molina luego vinieron las dificultades para construir los 60 hospitales comprometidos, el incremento de las listas de espera Auge y No Auge, el aumento de la deuda del sector, la interpelación de la ministra Carmen Castillo y la posterior acusación constitucional.

A esto se sumaron las catástrofes naturales: el temporal que azotó el norte del país que provocó inundaciones en diversas localidades de las regiones de Antofagasta, Atacama y Coquimbo, la erupción de los volcanes Calbuco y Villarrica, y el terremoto de Illapel, resintieron aún más a una red de salud que ya carga con la falta de especialistas y de infraestructura. En este escenario, el presupuesto 2016 no es todo lo auspicioso que se quería y los temas pendientes, son un abanico de necesidades. Mal que mal, la salud es la segunda preocupación de los chilenos según la última encuesta CEP. 

Desafíos para el 2016

Después de un año tan oscuro, ¿cuáles son los desafíos para el 2016? Para el presidente de la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados, Juan Luis Castro, éstos son: resolver las listas de espera, retorno de médicos especialistas al sector público, acelerar la construcción de hospitales. “Son grandes tareas que no se cumplieron en 2015 y debieran avanzar más rápidamente el próximo año”.

Para el presidente del Colegio Médico, Enrique Paris, el énfasis debe colocarse en la atención primaria de salud, “para evitar el colapso de los hospitales y hacer un esfuerzo máximo para atraer a los especialistas de la salud al sector público, también buscar fórmulas inteligentes y avanzar con altura de miras y, escuchando a todos los actores en el tema de la ley de isapres.  Se debe aprovechar el aporte y la colaboración de la industria privada”.

Sin embargo, según Castro indica que tal como ocurre con la ley de aborto terapéutico, en la normativa de las isapres “falta decisión política para ingresarlo al Congreso y corregir las anomalías del sistema privado”. Pero afirma que otras normativas sí ingresarían a partir de enero como la ley médica y la de trabajadores de la salud, a lo que se sumarían las enmiendas sobre alcohol y tabaco que debieran avanzar rápido dice el parlamentario. En tanto, para la despenalización de la marihuana enero es un mes clave.

Sin embargo, no todos son optimistas. Claudio Santander, presidente ejecutivo de empresas Masvida señala que “me atrevería a decir que el 2016 no va a ser un buen año para la salud, va a ser un año con mucha restricción de presupuesto, con muchos problemas de flujo de caja, con costo financiero en los préstamos que van a tener que incurrir las empresas y, todo eso al final del día lo va a pagar el usuario”.

Sobre la reforma al sector, el ejecutivo de Masvida sostiene  que  “creo que las clínicas y los médicos, no han despertado de la realidad económica mundial, de qué manera nos va a afectar la realidad económica chilena que es muy mala y ciertamente como van a ser afectados sus ingresos, me temo que mis colegas ni siquiera se han parado un minuto a pensar que sus ingresos el 2016 no serán ni las sombra de los obtenidos en 2015”.

Acuerdo Nacional en Salud

Los tres expertos consultados coinciden en que es necesario avanzar hacia un acuerdo en salud que reestructure el modelo conocido hasta ahora, regulando, mejorando la calidad y potenciando al sector. El presidente del Colegio Médico, se abre la posibilidad de retomar "un consejo consultivo o directivo en donde sus integrantes duren a lo menos 10 años, similar al Banco Central y que sea nombrado a petición de la presidencia y aprobado por el Senado, que de los lineamientos a largo plazo y que no pueda ser removido, salvo circunstancias específicas, y que sea dirigido por el titular de salud, pero que fije políticas a largo plazo y que no hayan presiones políticas para cambiar las decisiones, porque sería la única forma de mantener un desarrollo del sistema público en forma prolongada y coordinada”.

El presidente de la Comisión de Salud de la Cámara, en tanto, indica que no es el momento para esos cambios. “El actual gobierno ya tiene suficientes reformas en marcha y cabe cumplir los compromisos adquiridos, pero la posibilidad de hacer una nueva reforma a la salud queda puesta en el tapete, y será una de las definiciones presidenciales cuando se abra la carrera, porque es urgente reformar los pilares estructurales de la salud en Chile que siguen siendo muy desigual para la inmensa mayoría”.