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FAO: Precios de los alimentos suben en enero
El aumento obedeció a un fuerte repunte en las cotizaciones de los productos lácteos y precios más firmes de los aceites de palma y soja, indicó el organismo.
Viernes 8 de febrero de 2019
Los precios mundiales de los alimentos comenzaron el año con un apunte alcista, ya que el índice de precios de los alimentos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), alcanzó un promedio de 164,8 puntos en enero de 2019, un 1,8% más que el mes anterior.
El aumento obedeció a un fuerte repunte en las cotizaciones de los productos lácteos y precios más firmes de los aceites de palma y soja, informó la entidad internacional. El índice de precios de los alimentos -un indicador de las variaciones mensuales en los precios internacionales de una canasta de productos alimentarios- permanecía aún un 2,2 por ciento por debajo de su nivel de enero de 2018.
El índice de precios de los cereales de la FAO alcanzó 168,1 puntos en enero, con un ligero aumento respecto de diciembre. En general, los precios de los principales cereales se mantuvieron firmes en un contexto de reducción de los suministros de exportación y fuerte demanda a nivel mundial.
El índice de precios de los aceites vegetales de la FAO subió un 4,3 por ciento con respecto al mes anterior, liderado por los valores del aceite de palma, en respuesta a un descenso estacional de la producción en los principales países productores. Los precios internacionales del aceite de soja también aumentaron, debido a la fuerte demanda de importaciones para los suministros sudamericanos.
El índice de precios de los productos lácteos de la FAO se incrementó igualmente un 7,2 por ciento respecto a diciembre, revirtiendo siete meses de caídas. La limitación de suministros para la exportación -debido a la fuerte demanda interna- en Europa, fue el factor principal detrás de esta subida, junto con la mayor escasez estacional prevista de la disponibilidad de exportaciones desde Oceanía en los próximos meses.
El índice de precios del azúcar subió un 1,3 por ciento, en un movimiento influenciado en gran medida por la apreciación del real de Brasil -el mayor exportador mundial-, frente al dólar EEUU.
Por el contrario, el índice de precios de la carne de la FAO se mantuvo casi sin cambios desde diciembre. El valor de enero se calculó asumiendo precios estables para la carne en los Estados Unidos de América, donde los datos oficiales no estaban disponibles debido al cierre gubernamental. En otras regiones, los precios internacionales de la carne bovina, porcina y avícola se mantuvieron estables, mientras que los precios de la carne ovina disminuyeron, en consonancia con los abundantes suministros para la exportación en Oceanía.
Tendencias de producción futuras
En su última Nota informativa de la FAO sobre la oferta y la demanda de cereales, también publicada hoy, la FAO elevó la estimación de la producción mundial de cereales para 2018 a 2 611 millones de toneladas, lo que refleja revisiones al alza del maíz, trigo y arroz.
Las perspectivas de producción de trigo son positivas para 2019, con previsiones iniciales que apuntan a importantes repuntes en la Unión Europea y la Federación de Rusia.
Las perspectivas para el maíz -que se recolectará en breve en el hemisferio sur- son en general sólidas en Argentina y Brasil, mientras que el clima seco ha afectado negativamente las siembras y las expectativas de rendimientos en Sudáfrica.
La FAO alzó también su estimación de la utilización mundial de cereales en la temporada 2018/19, que quedaría en 2 657 millones de toneladas, lo que supone un aumento del 1,7 por ciento respecto al nivel de 2017/18. Se espera que aumente el uso de cereales para piensos, ya que Australia necesita más trigo debido a las consecuencias del clima seco en los pastizales y que China, México y los EE UU están incrementando el uso de cereales secundarios hasta un máximo histórico.
Debido a que se prevé una utilización que supere la producción, se proyecta que las existencias mundiales de cereales disminuyan en 45 millones de toneladas -un 5,6 por ciento- desde sus niveles récord de apertura. Esto daría como resultado que el ratio entre las existencias mundiales de cereales y su utilización caiga al 28,5 por ciento, en un descenso respecto al máximo en casi dos décadas del 30,8 por ciento alcanzado en 2017/18.
En lo relativo al comercio internacional de todos los cereales podría acercarse a los 416 millones de toneladas en la campaña comercial 2018/19, ligeramente por debajo del volumen récord de 2017/18, según el pronóstico más reciente de la FAO.