Cada año mueren 3,3 millones de personas por causa del alcohol y 6 millones debido al tabaco, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Sin embargo en los últimos años han aparecido otras adicciones menos comunes, pero igual de trágicas: una joven inglesa falleció y en su estómago encontraron cinco grandes grumos del mismo color verde intenso que tienen las golosinas que la obsesionaban, al punto que consumía 14 chicles sin azúcar al día; un adolescente chino murió luego de estar 23 horas sin comer, beber ni ir al baño porque estaba conectado al popular videojuego League of Legends; y en Nueva Zelandia pereció una mujer que bebía diariamente 10 litros de Coca Cola, el doble de la dosis recomendada de cafeína y 11 veces la cantidad de azúcar prudente. Son las adicciones del siglo XXI.

Consciente de la necesidad que tiene el país de enfrentar los desafíos que plantea esta enfermedad, el Instituto IPSUSS  elaboró el Magíster en Adicciones, que tiene por objetivo formar profesionales que comprendan las causas y múltiples dimensiones de los trastornos adictivos, desde un enfoque interdisciplinario. Marcos Santibáñez, director del programa de la U. San Sebastián comenta que el postítulo "tiene como finalidad generar mejores profesionales que estén con herramientas transversales que nos permitan atacar la problemática de las adicciones desde el punto de vista no solamente médico sino también terapéutico, social y económico". Santibáñez agrega que se estudiará no solamente la dependencia a sustancias químicas sino que también las adicciones del siglo XXI.

La iniciativa va un paso más allá en la línea que tienen los organismos del Estado encargados del tema. Mariano Montenegro, director del Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas y Alcohol, SENDA, dice que "estamos trabajando con la población universitaria y de educación superior para ello mismo, para la prevención en los jóvenes, pero también estamos metiéndonos en los currículos de las carreras de la educación, de las ciencias sociales y de las ciencias de la salud para meter en el currículo este conocimiento, para que cuando ejerzan la profesión esto esté puesto dentro de sus competencias".

En primer lugar hay que entender que la adicción es una enfermedad. Se caracteriza por buscar la satisfacción a través del uso de sustancias o la realización de otro tipo de actividades. Debido a esto, el consumo de drogas no es la única causa de esta patología. Actividades mucho más comunes, como ver televisión, jugar un videojuego, trabajar o utilizar las redes sociales, también pueden provocarla.

Efecto de las adicciones

Marcos Santibáñez, especialista en estudio de adicciones y director del Magister que prepara la USS, explica que el principal problema de esta enfermedad es la dependencia, lo que quiere decir que la persona consume una determinada sustancia pero no se da cuenta que la necesita de forma constante y continua. Sobre los efectos de esta enfermedad el profesor Santibáñez señala que se dan a nivel  físico, social y económico.

El investigador señala que las personas adictas generalmente dejan de cumplir sus compromisos laborales por lo tanto no tienen una fuente de ingresos, y eso afecta a su familia y la relación que tienen. Finalmente, dependiendo de la adicción, el efecto físico varía. Por ejemplo, una persona fumadora tiene daño en los pulmones, en cambio una alcohólica puede desarrollar cirrosis y alguien que es dependiente a las redes sociales puede sufrir tendinitis.

Si hablar de adicciones es difícil, tratarlas y prevenirlas es algo mucho más complejo. Santibáñez explica que no solamente hay que lidiar con el propio paciente sino con su entorno. "La adicción es una enfermedad pero tienes que pensar que no solamente tengo que desenvolverme en tratar al individuo sino que también tengo que reconocer el ambiente en el que está involucrado", señala el profesor.

Pero esta enfermedad no solamente afecta a la persona y a su entorno inmediato. También repercute a nivel de un país, ya que el Estado tiene que invertir dinero en tratamientos de rehabilitación, además de que la fuerza laboral se ve disminuida.

Adicciones en Chile

En nuestro país el fenómeno del consumo problemático de sustancias no está ausente. El alcohol y el tabaco causan más de 2 mil muertes y 18 mil fallecimientos al año, respectivamente. Por otro lado, el XI Estudio Nacional de Drogas en Población General de SENDA muestra que el 21,7% de las personas que utiliza marihuana tiene un consumo problemático. Lo mismo el 35,2% de los que usan cocaína y el 68,2% de los consumidores de pasta base.

Por otro lado, entre el 3% y 5% de los chilenos tiene trastornos de la conducta alimentaria como bulimia, anorexia o son comedores compulsivos.

Además, durante el último tiempo también se han presentado otras variantes. Un ejemplo de ella es la necesidad impulsiva de usar el celular. El estudio "Nuevas tendencias y diferencias culturales en el uso de la telefonía" desarrollado por el think tank Tren Digital de la Universidad Católica de Chile, reveló que el 76% de los jóvenes chilenos depende emocionalmente de su teléfono móvil y que sólo lo apaga cuando alguien se los solicita y si es estrictamente necesario. Son las adicciones del siglo XXI... ¿Cuál es la suya?