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¿Bajar de peso de manera rápida? Los riesgos del electrofitness
Se acerca el verano y con ello la necesidad de estar en perfectas condiciones físicas. Aunque hay muchas formas para bajar esos kilos de más, lo más tentador para algunas personas es hacerlo sin mucho esfuerzo. Durante el último tiempo, se han introducido al mercado equipos de electroestimulación, que prometen ayudar a tonificar, ganar fuerza y perder peso sin mucho trabajo. Sin embargo, este tipo de métodos puede generar severas consecuencias, desde fatiga muscular anticipada hasta la destrucción de la fibra muscular.
Domingo 10 de diciembre de 2017
Verano es sinónimo de sol, playa, ropa ligera y trajes de baño. Muchas personas se preparan para tratar de estar en forma a través de dietas o rutinas de ejercicio para conseguir ese anhelado look. Sin embargo hay quienes optan por el camino fácil, métodos rápidos o express que no impliquen mucho sacrificio.
En el mercado hay ofertas para bajar de peso en poco tiempo. Uno de ellos es el electrofitness, un sistema de entrenamiento que utiliza los principios de la estimulación eléctrica neuromuscular y cuyo uso está descrito para la rehabilitación de personas con debilidad muscular.
El kinesiólogo y académico de la Universidad San Sebastián, Rodrigo Carrasco, advierte que esta estimulación junto a la sensación de mayor trabajo muscular, pueden acarrear severas consecuencias al organismo que van desde una fatiga muscular anticipada hasta la destrucción de la fibra muscular, provocando rabdomiólisis, donde la fibra muscular descompuesta libera su contenido celular al torrente sanguíneo, dañando de forma importante al riñón.
El experto USS explica que el uso de este dispositivo debe ser prescrito por un profesional. “Normalmente, con el ejercicio voluntario, el cuerpo sin estimulación eléctrica usará primero fibras de contracción lenta o tipo I –roja- para hacer un movimiento específico, seguido de fibras de contracción rápida o de tipo II –blanca- cuando sea necesario. Sin embargo, con las estimulaciones eléctricas, el orden de reclutamiento se invierte, por lo que este tipo de entrenamiento teóricamente será beneficioso para desarrollar fuerza”, menciona.
Por eso no todas las personas pueden usar estos implementos, particularmente los adultos mayores. “Sólo pueden bastar minutos para que esa persona presente riegos importantes asociados a fatiga y daño muscular. Cualquier persona que se exponga a un nivel de dosificación inadecuada de ejercicio y estimulación eléctrica podrán desarrollar algún tipo de daño”, afirma el especialista.
Pese a lo señalado, el académico está de acuerdo a que se utilicen nuevas tecnologías, eso sí, estas deben ser aplicadas correctamente y asesorado por un profesional experto en el área. “No debemos cerrarnos ante la aparición de nuevas tecnologías como el electrofitness o la electroestimulación integral. Ambas pueden aportar beneficios si son utilizadas de forma correcta y si una persona es asesorada por un kinesiólogo. Pero hay que adaptarlas a las características y necesidades de cada individuo, resguardando las condiciones de temperatura y humedad, pero además controlando la presencia de signos y síntomas como dolor, debilidad, calambres, contracturas, orina, nausea, dolor, taquicardia y vómitos. Por lo que si después de una o varias sesiones con estos sistemas, experimenta estos síntomas, será necesario consultar al médico”.
El especialista sostiene que una correcta dosificación de ejercicio físico voluntario, como trotar, andar en bicicleta o caminar a un ritmo mayor al habitual, son una potente herramienta para controlar el peso corporal, aumentar los niveles de resistencia y fuerza física. Y por sobre todo, protegerse de las enfermedades cardiovasculares.
Académico Rodrigo Carrasco, opina en artículo de El Mercurio:
Electrofitness, el polémico y novedoso entrenamiento de moda que combina ejercicios y electricidad