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Resiliencia frente al poder de la naturaleza
Todos, inclusive niños y adultos mayores, pueden y necesitan asumir un rol, ya que aquello redunda en mantener la tranquilidad necesaria para resguardar la integridad física y mental en el momento inmediato y en el largo plazo...
Miércoles 17 de junio de 2015
Cuando ocurre la ocasión que la naturaleza nos recuerda su inmenso poder y que nosotros, los seres humanos, formamos parte de ella de manera ineludible, como seres sociales que somos, no nos queda más que volcarnos a nuestra primitiva condición gregaria, para brindarnos mutuamente la tranquilidad necesaria para tomar las decisiones adecuadas en el corto plazo y mirar hacia el futuro más mediato.
Y en ambas situaciones, debemos orientarnos a seguir un liderazgo formal, veraz y claro en la información que entrega, como también cada uno de nosotros tomar el liderazgo en nuestros propios espacios particulares, de modo que "no todos hacen todo", sino que todos siguen a quien puede mantener y transmitir tranquilidad, y a la vez, participa en forma activa en el proceso del primer enfrentamiento a la situación anómala, como en el posterior proceso de recuperación y retorno a la vida normal.
Diversos estudios han demostrado que una vez trascurrida la emergencia, quienes más rápidamente mostraron indicios de resiliencia y recuperación de la normalidad han sido quienes han podido participar en forma activa en su propio proceso de autoprotección y reconstrucción, lo cual debe hacerse en forma organizada y conforme a las cualidades de cada uno, puesto que todos, inclusive niños y adultos mayores, pueden y necesitan asumir un rol, ya que aquello redunda en mantener la tranquilidad necesaria para resguardar la integridad física y mental en el momento inmediato, y en el largo plazo.
Por ejemplo, en el caso del adulto mayor la Organización Panamericana de la Salud, en su documento Protección de la Salud Mental en Situaciones de Emergencias y Desastres señala que "los ancianos poseen un sentido de identidad, arraigo, así como de pertenencia y preservación de la cultura y suelen ser un eje unificador al interior de la familia y la comunidad. Son personas que tienen conocimientos sobre métodos tradicionales de curación, apoyan, contienen y dan seguridad a los niños. Los ancianos transmiten experiencias a través de historias, cuentos y canciones; éstas generalmente llevan un mensaje positivo de afrontamiento de las situaciones difíciles". (2002, 22).
Los niños, por su parte, se acompañan entre sí y mediante el juego logran canalizar las emociones que viven en forma sana.
En esta condición, en que cada uno se hace partícipe del proceso de enfrentar y luego recuperarse, los adultos que ejerce el liderazgo encuentra también un remanso para conservar la tranquilidad que necesitan para guiar de manera adecuada a sus familias y sus comunidades.