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Calidad del agua: Cómo librarse del sarro acumulado
En Chile, la calidad del agua está muy relacionada con su geografía y se caracteriza por tener una alta concentración de minerales, sobretodo en la zona norte y centro del país. Con algunas medidas sencillas, se puede evitar que estos residuos generen malestares de salud.
Martes 13 de marzo de 2018
La calidad del agua en Chile es variada y tiene más minerales debido a la diversa condición montañosa, pero también hay metales y otros elementos propios de la actividad minera, principalmente en la zona norte del país.
Esto se ve favorecido por los aluviones que ha sufrido el norte del país últimamente, arrastrando este material, influyendo en el tipo de agua que tienen los habitantes de las regiones de Arica y Parinacota, de Tarapacá y de Atacama. “Tenemos la presencia de sulfatos, sales de hierro y también de plomo, que tienen un efecto acumulativo en el organismo”, afirma la doctora en Química y académica del Departamento de Ciencias Biológicas y Químicas de la Universidad San Sebastián, Silvana Salinas.
La docente indica que nuestro país se ajusta a la norma 409 vigente desde el año 2005, que establece ciertos estándares sobre la calidad del agua. En el caso de la zona central, el tema de la calidad tiene que ver con lo que se denomina “agua dura”, debido a la acumulación de sales de calcio y magnesio. “Es un tipo de agua que cumple con la norma, pero que tiene la particularidad de concentrar mucho carbonato de calcio y carbonato de magnesio, que al ser calentados precipitan y se forma una costra o sarro que se acumula en las ollas, teteras y hervidores eléctricos”.
Por el lado del magnesio, existe un límite permitido por la normativa vigente, pero respecto al calcio, no existe una obligación legal para las empresas sanitarias de controlar o filtrar este elemento. Salinas precisa que los carbonatos de calcio y magnesio podrían generar cálculos renales, por un consumo prolongado en el tiempo de agua potable. En ese sentido dice que “si uno toma agua fría, ingiere casi la totalidad de estos carbonatos y si se hierve, la cantidad es menor, pero igual están ingresando al organismo”.
La académica asegura que la gente por apuro no tiene la rigurosidad de limpiar sus artefactos de cocina que contienen este sarro y existen estrategias domésticas, para hacer más pura el agua que se va a consumir. “En casa todos tenemos vinagre, que en el fondo es ácido acético y que ayuda a limpiar y remover este sarro, al igual que cualquier ácido como el cítrico que está presente en frutas como el limón”.
“Se puede ocupar vinagre o jugo de limón para limpiar el hervidor o la tetera, cubriendo la superficie del artefacto. Tiene que ser puro y sin mezclar, para luego hervirlo y con el aumento de la temperatura soltar el sarro y poder así ser eliminado. Después hay que lavar y enjuagar varias veces el artefacto para que no queden restos o el olor del vinagre”.
En las redes sociales hay videos donde se utilizan bebidas gaseosas para sacar el sarro, pero Salinas indica que eso “tiene que ver con que el producto desde el punto de vista químico es un ácido, ya que tiene alrededor de un pH igual a 3 en la escala de acidez, pero no es mejor que otros para la limpieza”. La docente dice que es mejor utilizar el vinagre o el jugo de limón, proceso que se recomienda hacer una vez a la semana con los artefactos que acumulan estos residuos.
Además dice que otra estrategia para reducir la presencia de estas sales de calcio y magnesio es “instalar filtros de carbón activado, que son unos adaptadores que van atornillados a la boquilla de la llave. Este filtro se elabora a partir del cuesco del durazno, el que se somete a un tratamiento de secado, rayado y molienda, para convertirlo en un polvillo que se ocupa en el filtro para retener el exceso de carbonatos y así captar otras impurezas”.