La niña está bajo sedación y con apoyo de drogas para mantenerla en mejor estado, pero su problema es grave. Debido a su edad necesita un corazón infantil, y por eso es más complicado aún encontrar un donante adecuado. La familia de Montserrat Sarmiento ha hecho de todo: solicitudes públicas, campañas por redes sociales y tiene movilizado a todo el sistema de trasplantes del país.