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Acreditación de Calidad en Atención Primaria: la realidad de la región del bíobío
En un encuentro efectuado en la U. San Sebastián sede Concepción, debatió del tema el intendente de Prestadores de la Superintendencia de Salud de Chile, Enrique Ayarza y autoridades de centros de salud de la región.
Martes 17 de enero de 2017
Conocer la realidad en la calidad de la atención primaria fue parte del debate del Coloquio “Acreditación de Calidad en Atención Primaria de Salud, el siguiente desafío” realizado en Concepción por el Instituto de Políticas Públicas en Salud (IPSUSS) de la Universidad San Sebastián (USS), donde participaron el intendente de Prestadores de la Superintendencia de Salud de Chile, Enrique Ayarza, el agente Regional de la Superintendencia de Salud, Ernesto San Martín, directora de Administración en Salud de la Municipalidad de Chillán, Ximena Meyer y el director del Hospital Víctor Ríos Ruiz de Los Ángeles, Brian Romero.
En la oportunidad, Ayarza comentó que de acuerdo a la Encuesta Nacional de Salud del Ministerio de Salud (Minsal), Chile tiene buenos resultados sanitarios: “el gasto per cápita no es malo. Pero hay mucho gasto bolsillo, lo que nos habla de una tremenda desigualdad”, señaló la autoridad, realizando un repaso profundo de lo que ha sido para el país la Ley Auge”.
En ese sentido, dijo que con la reforma de salud del 2005 “hemos conquistado logros sanitarios que prevalecen hasta hoy. Lo más importante de la Ley Auge es que cambió la relación entre paciente y funcionarios de salud, garantizando acceso, oportunidad, proyección financiera y calidad. De hecho, la Superintendencia de Salud de Chile existe desde que se puso en marcha esa ley. En términos prácticos también vemos avances asombrosos, como por ejemplo, diagnóstico precoz, disminución y sobrevida del cáncer de mamas; disminución de casos de cáncer de vesícula en mujeres, y una baja considerable de muertes por infarto agudo al miocardio, todo gracias a protocolos como realizar electrocardiograma ante síntomas precisos”.
Realidad actual
Más tarde el enfoque del experto estuvo centrado en la acreditación como proceso mismo. Dio a conocer cifras y plazos, como por ejemplo, que los prestadores de atención de mediana complejidad, centros de diálisis y atención abierta de alta complejidad deben estar acreditados para el 2018, en tanto que los prestadores de centros de atención cerrada de baja complejidad, centros de imagenología de alta complejidad, laboratorios clínicos de alta complejidad y atención abierta de mediana complejidad, deberán estar acreditados para el 2019.
“Los centros de salud del país deben acreditarse y luego reacreditarse cada tres años”, contextualizó el doctor Enrique Ayarza. Si es rechazado en su acreditación, se reasigna un nuevo periodo para una segunda auditoría, no existiendo una tercera. “Los prestadores son sorteados de manera aleatoria, a través de una tómbola, y realizan la evaluación en terreno de los recintos de salud. Acorde a ello se elabora un informe de acreditación”, explicó la autoridad.
En el país aún existen cinco prestadores públicos de alta complejidad no acreditados (algunos de ellos de acreditación rechazada, como es el caso del Hospital Regional Guillermo Grant Benavente). Los otros son los hospitales de Iquique, Calama, de Lota y Sótero del Río (Santiago). “No acreditarse significa no poder otorgar prestaciones GES. Así de significativo es”, reflexionó.
Del resto, el 92% de los hospitales públicos ya ha auditado y de los centros privados, 43 de un total de 57 cuentan con su acreditación. Otra situación se da con los Centros de Salud Familiar (CESFAM). “Son 536 en Chile y el plan es a cinco años. Eso quiere decir que se tendrán que acreditar 100 por cada año”, advirtió la autoridad.
Experiencias del Biobío
Ernesto San Martín, agente Regional de la Superintendencia de Salud, se refirió a la situación en la Región del Biobío “La Región destaca en esta materia y ha sido punta de lanza. El primer CESFAM acreditado en Chile fue el Juan Soto Fernández de Concepción y el segundo, el Lorenzo Arenas, también de Concepción. Y el primer hospital acreditado fue el de Tomé”, contó San Martín.
“En la región son 79 CESFAM. Su acreditación depende en gran parte de las administraciones municipales. Por ello, debemos concientizar a los alcaldes a priorizar los procesos. Lo que se debe tener en cuenta es que detrás de este esfuerzo están las personas, los pacientes. Al surgir con la Ley Auge el concepto del paciente protegido se crea todo un protocolo tendiente a mejorar la atención y ese es el principal mérito de esta política pública”, puntualizó.
Brian Romero, director del Hospital Víctor Ríos Ruiz de Los Ángeles, contó la experiencia del recinto asistencial en su proceso de acreditación. Pese a la complejidad del recinto (516 camas, 11 pabellones, casi 2 mil 500 funcionarios, más de 15 mil cirugías y de 200 mil consultas médicas) “trabajamos arduamente y de manera correcta, avanzando de un 13 por ciento de cumplimiento, el 2010, hasta la acreditación definitiva”.
El trabajo incluyó instalar el tema en los equipos, asignar un encargado de calidad por servicio clínico, promover el proceso a jefaturas supervisoras y encargadas de calidad, además de muchas charlas y capacitaciones, campañas comunicacionales y entrega de material gráfico. También se incluyó a la comunidad, a través de los Consejos de Desarrollo.
Similar fue la exposición de Ximena Meyer, directora de Administración en Salud de la Municipalidad de Chillán. “En la comuna tenemos dos CESFAM acreditados: Los Volcanes y Michelle Bachelet. Para ello creamos equipos de calidad y tomamos la decisión de abordar el proceso con todos los organismos de salud, con los seis centros comunales al mismo tiempo”, dijo. Definición de expectativas y de un plan de trabajo concreto, que incluyese capacitaciones, evaluaciones externas, evaluación cruzada y autoevaluación, son parte de las muchas acciones realizadas. “En este proceso contamos con el apoyo de la Superintendencia Regional de Salud y de la Secretaría Regional Ministerial, y estamos muy agradecidos”, afirmó.
“Se debe tener en cuenta que lo más importante de una acreditación es la inversión en el recurso humano. Y que para que el esfuerzo sea sostenido en el tiempo, debes crear una cultura de calidad que se mantenga, que nos debemos a nosotros mismos”, profundizó.
El encuentro contó con la asistencia de directores de redes de Atención Primaria de Salud (APS) e integrantes de equipos de calidad de los Servicios de Salud Concepción, Talcahuano y Arauco, además de representantes de Ñuble y Biobío. Durante el panel (moderado por el director regional de IPSUSS Mario Fernández) los asistentes, directores de redes de Atención Primaria de Salud (APS) e integrantes de equipos de calidad de los Servicios de Salud Concepción, Talcahuano y Arauco, además de representantes de Ñuble y Biobío, pudieron aclarar dudas técnicas y de procedimientos de lo que es la acreditación, acorde a las realidades provinciales y comunales que enfrentan en su día a día.