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Ansiedad en cuarentena: cómo sobrellevar los días de confinamiento
Decano de la Facultad de Psicología USS, Klaus Droste, entrega recomendaciones para sobrellevar la ansiedad en cuarentena.
Martes 21 de abril de 2020
La pandemia por Covid-19 que vive la humanidad es todo un desafío para científicos, médicos, gobernantes y personas comunes y corrientes que tenían una rutina de vida que, forzosamente, cambió drásticamente.
A los esfuerzos sanitarios por prevenir, tratar y recuperar a pacientes con la enfermedad se suma un tema no menor: la ansiedad que se está generando en la población debido a la cuarentena por el confinamiento en sus hogares.
En este sentido, el decano de la Facultad de Psicología de la U. San Sebastián, Klaus Droste, precisa que “resulta muy útil el poder precisar en qué consiste la ansiedad”.
Explica que “este afecto podemos vincularlo muy directamente a la tristeza y el temor. En la tristeza se dice que es un tipo de ésta que se presenta cuando estamos ante un mal que juzgamos presente y ante el cual no vemos salida. También se le llama a veces angustia. Por otra parte, se suscita ansiedad por la anticipación amenazante del futuro, es decir, cuando anticipamos otros males frente a la persistencia de los presentes o por la posible llegada de otros mayores. Por eso la ansiedad nace del pensamiento o imaginación relativa a los que estamos viviendo o lo que vamos a vivir”.
Droste acota “es importante analizar cómo está siendo nuestro pensamiento y en ese sentido descubrir en qué nos estamos enfocando, esto significa, cuán selectiva es nuestra atención para ir destacando sobre todo lo que es negativo del presente y amenazador del futuro. Por eso ocurre que cuando llevamos nuestra atención a otros aspectos de la realidad, saliendo de nuestro encierro interior disminuye o desaparece la ansiedad, y podemos experimentar alegría, esperanza y audacia”.
Para el decano USS, en estos momentos que vivimos como humanidad “son importantes los vínculos afectivos con quienes queremos y nos aprecian para poder contar con espacios de mutua contención y diálogo fecundo. Es normal, en estas circunstancias pasar por momentos de ansiedad, angustia, temor por el futuro y congoja, pero es necesario salir de ellos, de manera que prevalezca la alegría, la confianza, para no quedarnos paralizados frente a las dificultades, sino que poder sortearlas positivamente”.
Puntualiza que “cuando nos sintamos tristes y abatidos podemos darnos gustos comiendo algo que nos guste, disfrutar de alguna película o programa de televisión, buscando sentirnos cómodos, durmiendo un poco más o disfrutar de un baño, hacer deporte o ejercicio y establecer adecuadamente los momentos de trabajo. Y también, buscar momentos para aprender cosas nuevas, leer, escuchar música y jugar con otros creativa o convencionalmente, resultan beneficiosas para combatir la ansiedad”.
En esa línea, Droste apela a “darnos el tiempo de mirar a quienes tenemos a nuestro alrededor, recordar momentos difíciles que han quedado atrás, caer en la cuenta que tal vez no estamos tan solos como creemos y están aquellos en quienes podemos apoyarnos, o enfrentar juntos las dificultades, resultan aspectos fundamentales para avanzar con esperanza, como lo es también el cultivo de una fuente inagotable de alegría, que es el preocuparnos por servir y ayudar a otros, haciendo el bien a nuestro alrededor”.