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Chile Libre de Tabaco pide elevar impuesto al cigarrillo en próxima Reforma Tributaria
Según la coordinadora de la entidad, Sonia Covarrubias, aún existe margen para que se aumente el gravamen. Cree que este proyecto -que está ad portas de ingresar al Congreso- junto a la Ley Nacional de Cáncer ya en discusión, son posibilidades ciertas de conseguir este incremento.
Viernes 15 de marzo de 2019
La reforma tributaria realizada en 2014 fijó que los paquetes, cajas o envoltorios de cigarrillos paguen un impuesto de 30%, los cigarros puros un gravamen de 52,6% y el tabaco elaborado (hebras, tableta, pastas o cuerdas, granulados, picadura o pulverizado) un 59,7% de venta al consumidor, incluido impuestos, según el Servicio de Impuestos Internos (SII).
Pese a este incremento, la coordinadora de Chile Libre de Tabaco, Sonia Covarrubias, dice que esta carga impositiva es baja y existe espacio para incrementarla. Y para poder llevarla adelante, apuesta a que tanto el proyecto de Ley de Cáncer como la aún no ingresa reforma tributaria, deben acoger esta idea ya que son medidas efectivas en las tasas de consumo de cigarrillo que tiene el país.
Destaca sí el que Chile venga mostrando una disminución en el consumo, pero advierte que aún estamos altos en comparación a países de la región.
- ¿Cómo estamos como país en consumo de tabaco?
- Lo que muestran las cifras y los estudios que hace Senda, tanto a población escolar y población general, es una diminución al ver las series año a año. Hay que considerar que todas estas políticas públicas tienen un resultado a largo plazo, entonces, se está viendo una disminución incluso un poco más fuerte en población escolar y eso tiene que ver con diversas medidas que se han implementado: ambiente libre del humo del tabaco, eliminar la publicidad, tener advertencia sanitaria, y lo más importante: aumento del impuesto al tabaco. Todo esto ha ayudado a que tengamos una baja a partir de los marcos regulatorios que hemos implementado desde 2006.
- Un trabajo a largo plazo
- Exactamente. Es que uno tiene que mirar a largo plazo los impactos. Y si uno toma estas series de a lo menos 10 años, ve un impacto. Y esto ha ido en consonancia con los estudios que ha hecho la Organización Mundial de la Salud, el Ministerio de Salud con la Encuesta Nacional, y otros instrumentos que muestran lo mismo: la baja sostenida en el consumo del tabaco.
- ¿Cree entonces que las medidas tomadas en su conjunto han funcionado de forma más efectivas o apuesta a que hay alguna de mayor impacto?
- De mayor impacto el impuesto sin duda, porque al subir este gravamen sube el precio final y esto se convierte en una barrera de acceso a toda la población, pero preferentemente a quienes tienen menos recursos como son mujeres y jóvenes. Ahora, todas las otras acciones hacen una sinergia en sí, pero si tuviéramos que elegir la de mayor impacto es el impuesto. Desde 2010 a 2014 hemos tenido a lo menos tres aumentos importantes de impuestos. De hecho, los estudios dicen que aún podría subirse más, ya que países desarrollados que han logrado reducir drásticamente el consumo, apuestan a que quienes quieran comprar tabaco tienen que pagar mucho, y eso ha ayudado sobre todo para los fumadores sociales, porque los adictos necesitan otro tipo de medidas.
- Ahora, si bien los indicadores en general han mostrado una baja, hay excepciones en algunos grupos. Por ejemplo, la brecha entre hombres y mujeres jóvenes se ha acortado bastante, con aumento importante de consumo en estas últimas.
- Sí, y ahí hay un tema muy preocupante que es la relación de consumo y aumento en mujeres, sobretodo en niñas de 13 a 15 años en comparación que los hombres de la misma edad. En este grupo hace falta dar una mirada de género para ver qué es lo que está pasando en Chile y otros países. Hay que investigar más porque es preocupante esta realidad. Tenemos que diseñar estrategias, campañas y estudios para ver qué está pasando.
- ¿Y hay algún sector donde poner mayor atención?
- Siempre preocupa lo que pasa en los sectores pobres. Ahí creo que falta presentar políticas públicas y estrategias efectivas. Se sabe que para este grupo los recursos son más escasos, entonces el gasto de bolsillo impacta más y hay una parte importante del presupuesto familiar que se va al consumo del tabaco, entonces es preocupante.
- Hay quienes sí que creen que el impuesto no ha sido el mayor colaborador en que haya bajado el consumo del tabaco, sino la prohibición de hacerlo en ciertos lugares, ¿qué opina al respecto?
- Lo que está pasando en Chile es que, el conjunto de medidas es lo que logra el impacto y todo ha sumado: el ambiente libre de tabaco, impuestos, publicidad y un conjunto otras medidas, y obviamente dentro de las que más contribuyen es el impuesto. Es difícil segregar, pero los estudios dicen que el impuesto es una de las más efectivas y de hecho se está priorizando a nivel mundial para combatir el consumo de tabaco.
- En ese sentido, ¿cree que hay espacio para una nueva alza al impuesto al tabaco?
- Sí, y hoy hay un contexto favorable para conversarlo. Se está discutiendo la Ley de Cáncer y ahí se podría incluir un impuesto al tabaco para recaudar fondos para financiar esta misma ley, ya que el tabaco contribuye enormemente a producir cáncer, no sólo al pulmón sino otros. Entonces, hay una brecha donde se pueda subir más la carga impositiva. A la gente que va a comprar cigarrillos tiene que dolerle mucho adquirirlos. Aún tenemos cajetillas de $2.000 o $2.500 que son muy accesibles, entonces necesitamos elevarlo.
- También este año el Ejecutivo ingresará una reforma tributaria al Parlamento, ¿no sería mejor opción incluir esta alza a este proyecto?
- Sí, también es una opción. Nosotros estamos apuntando a los dos proyectos de ley. De hecho estamos pidiendo reuniones con el Ministerio de Hacienda y vamos a pedir ir a las comisiones de Hacienda, en el marco de la discusión que se haga de la reforma tributaria para plantear un alza al impuesto al tabaco. Sería un impuesto correctivo para recaudar más fondos, y también que se incluya en la Ley de Cáncer porque pensamos que es un momento favorable para discutirlo e incluirlo ahí.
- Otro tema es cómo combatir la ilegalidad en la venta del tabaco. El comercio ambulante ofrece cajetillas a $1.000 en ferias, calles y plazas sin que se pueda controlar ¿Cómo se puede abordar este tema?
- Hay una herramienta que está siendo promovida a nivel internacional por la OMS, que es un protocolo sobre comercio ilícito que los países tienen que firmar y que Chile no ha firmado. Firmar ese protocolo permite mayor cooperación fronteriza con los países limítrofes y permite mejorar las habilidades y competencias que tiene Aduana. Hay un montón de herramientas para combatirlo. Nosotros estamos solicitando hace mucho tiempo que Chile firme este protocolo porque ciertamente hay que controlarlo, más si este comercio se da en sectores populares o ferias. El tema es que no hay muchas cifras del tema, dado lo difícil de calcular. Las únicas son las de las tabacaleras, pero para nosotros no son cifras confiables.
- Y este cambio de cajetillas que hará la autoridad esta semana, ¿considera que es una medida efectiva? ¿Cómo la evalúa?
- La advertencia sanitaria es una de las medidas que viene del Convenio Marco que Chile comenzó en 2006. Si bien no se conocen muchos estudios del impacto en sí, lo que sí hemos logrado saber que la primera campaña, la de “Don Miguel” ha sido la más impactante y estuvo asociada a una campaña comunicacional. El objetivo de las advertencias sanitarias en las cajetillas va por dos lados: informar a quienes consumen tabaco de los riesgos -por ello se muestran imágenes fuertes- y lo segundo es hacerlas menos atractivas. Y en ese sentido, una de las medidas que están siendo promovidas por la OMS y que contribuyen también a esta baja en el consumo del tabaco, es que sean fuertes y dirigidas a distintos grupos de la población, y todo con una campaña comunicacional potente. Esto, porque creemos que las últimas que sacó el Ministerio de Salud fueron muy débiles.