- Usted está en:
- Portada / Actualidad
Desafíos en salud: ¿hacia dónde avanzar?
En el día Mundial de la Salud, la Organización Mundial de la Salud (OMS), promovió la salud universal, es decir, que todas las personas tengan acceso, sin discriminación alguna, a servicios de salud integrales de calidad, cuándo y dónde los necesiten, sin enfrentarlas a dificultades financieras. Expertos USS plantean hacia dónde se tienen que dirigir los esfuerzos.
Viernes 5 de abril de 2019
Cada vez más, los desafíos y retos de salud exigen un enfoque multidimensional. No solo lo han entendido de esta forma los profesionales del área, sino también la comunidad en general, que busca más acceso y soluciones integrales para su salud. La Organización Mundial de la Salud apela a los profesionales del área para que puedan contribuir con trabajo multisectorial y colaborativo y también para generar los insumos que permitan discutir nuevas políticas públicas.
Se trata potenciar y fomentar el diálogo entre salud y educación, no sólo para la formación de los profesionales del futuro, sino también para enseñar a la población sobre conductas preventivas y vida saludable.
En este ámbito, Marcela Pezzani, directora de Escuela y Carrera de Química y Farmacia de la Universidad San Sebastián dice que el acceso oportuno a medicamentos de calidad y a un precio razonable junto con el desarrollo de distintas estrategias que garanticen la adherencia terapéutica a los tratamientos, son dos focos importantes para mejorar la salud de los chilenos.
En el primer caso, la académica plantea que “se podrían revisar las canastas AUGE/GES para que estén de acuerdo a los nuevos medicamentos que existen en el mercado y lo otro que habría que hacer es facilitar la disponibilidad oportuna de estos productos a nivel de los centros asistenciales, ya sea a través de la Central Nacional de Abastecimientos, Cenabast o de otras estrategias de acceso”.
Respecto a los tratamientos de los pacientes, la docente enfatiza que es necesario mejorar la adherencia a ellos y específicamente en el caso de los enfermos crónicos, “para tener terapias más efectivas, seguras y que permitan disminuir los costos por descompensaciones en el estado de salud”.
También menciona la necesidad de “aumentar la bioequivalencia para tener medicamentos más seguros, fiscalizar la venta de estos productos en lugares que no son farmacias y educar a la población en el uso de los medicamentos”.
Finalmente, Marcela Pezzani señala que el seguimiento fármaco-terapéutico va de la mano con la educación del paciente y sería interesante que se focalizara en la atención primaria y no sólo con pacientes crónicos.
Vacunas y ciencia
Álvaro Álvarez, académico de la carrera de Bioquímica de la USS también afirma que el énfasis debe estar en la educación de los pacientes y el foco preventivo de enfermedades.
“Los pacientes deben estar muy bien informados respecto a las patologías que sufren, por qué reciben determinado medicamento o tratamiento y qué efectos tienen en él. Porque si está bien educado, el paciente será capaz de establecer conceptos de seguridad y prevención sobre sí mismo, además de convertirse en un foco de difusión para sus familiares, amigos, y vecinos de manera de lograr mejores cuidados en salud”, dice Alvarez.
Otro aspecto que destaca es la investigación en áreas prioritarias de salud, pero en ciencias básicas y aplicadas para mejorar las condiciones del país no solo ahora, sino que a 10, 20 y 30 años plazo.
“Por ejemplo, está el desarrollo de vacunas donde ya hay varios grupos de científicos en nuestro país que se dedican a esto. Es importante que lo hagamos nosotros, para enfocarnos en patologías que son importantes para Chile. Tenemos el caso del virus Hanta o el virus Sincicial, donde ya se está desarrollando la vacuna respectiva. Lo mismo se podría hacer con el Mal de Chagas que es propio del altiplano en el norte del país”.
Asimismo, plantea iniciativas prácticas como el uso terapéutico de ciertos elementos como el cobre, que es antibacteriano, por ejemplo, “en las asas o manillas de los carros del metro que podrían ser bañadas con este metal. También se puede avanzar en la investigación sobre el trabajo con bacterias para limpiar los residuos de las mineras, lo que permitiría aliviar mucho la toxicidad que llega a las zonas costeras”.
Estilo de vida
Ciertamente que existen factores de riesgo de padecer enfermedades crónicas, y las propias conductas de las personas contribuyen a ello. Por eso, Astrid Von Oetinger académica de la carrera de Kinesiología de la USS, plantea que los desafíos del país “tienen que estar acorde a lo propuesto por la OMS dando prioridad al tratamiento y control de las enfermedades crónicas no transmisibles (ENT) y sus factores de riesgos y que forman parte de los Objetivos Sanitarios de la década 2011-2020”.
Además, sostiene que se deben abordar “los factores de riesgo vinculados al estilo de vida saludable, lo que ha demostrado ser una de las variables más eficaces en el control de esto”.
Desde el punto de vista kinésico, añade la académica, “debemos incentivar a nuestros usuarios en aumentar los pasos diarios realizados, utilizar escaleras en vez de ascensores, bajarse una estación de metro antes, etc. En otras palabras, se tienen que utilizar estrategias simples, factibles y económicas que permitan aumentar el tiempo activo de los chilenos”.
En la misma línea, el kinesiólogo, Jaime Pantoja, coincide en la necesidad de controlar las enfermedades crónicas, que son la principal causa de muerte a nivel mundial y la disminución de las conductas sedentarias. También expone lo positivo que es aumentar la actividad física en general “tanto en tiempo recreativo, tiempo de traslado y laboral”.
Asimismo, enfatiza que se “deben implementar cambios profundos que permitan a los jóvenes establecer rutinas activas y que puedan perpetuarse durante su vida. Aumentar la actividad física y ejercicio en niños/as y jóvenes, disminuir el tiempo que pasamos frente a pantallas y el tiempo sedente general y fomentar los espacios para realizar actividad física, ejercicio o deporte”.