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6 consejos prácticos para preparar la prueba de transición universitaria
A casi un mes de rendir este examen es importante focalizar el estudio, repasar, resolver dudas y también descansar.
Lunes 30 de noviembre de 2020
Quedan pocos días para rendir las Pruebas de Transición para la admisión universitaria (PDT), las que están establecidas para los días 4-5 y 7-8 de enero. Mientras más se acerca el plazo, la ansiedad y la preocupación, van apoderándose de los sentidos, situación que hay que evitar.
En el tiempo que queda es importante focalizar el estudio, es decir, establecer cuál o cuáles son las áreas para priorizar, según las ponderaciones que exijan las carreras y utilizar el tiempo que queda en revisar, repasar, resolver dudas y también descansar, plantea la psicóloga Evelyn Carrasco Salazar, directora nacional Instituto CREAR de la U. San Sebastián, quien entrega los siguientes consejos:
- No hacer maratones de estudio. Muchos estudiantes, al ver que queda poco tiempo, entran en pánico e intentan “recuperar el tiempo perdido”, haciendo maratones de estudio los días previos. Esto es totalmente desaconsejable, porque es poco probable que se pueda aprender todo en pocos días, y alimenta una ansiedad negativa para el rendimiento.
- Tener claro el objetivo: ¿Por qué es importante para el estudiante rendir esta prueba? Es central que aproveche este tiempo para afinar su elección de carrera, resolver dudas vocacionales y tener un “plan B”, en caso de que las cosas no salgan como las tiene planificadas.
- Determinar prioridades de estudio: ¿Qué contenidos conviene privilegiar para repasar en esta última etapa? Sugiero tomar en cuenta dos elementos básicos: la importancia de cada área (Matemática, Comprensión lectora, Ciencias e Historia y Ciencias Sociales) dentro del peso total, en relación con la carrera y la institución deseada; y las fortalezas y debilidades académicas y personales que el estudiante haya descubierto en este período de preparación.
- Construir una agenda eficiente de actividades: En la que se incluyan los tiempos destinados a actividades académicas, rutinarias y de tiempo libre. La palabra esencial es “equilibrio”. Esto incluye también tener un lugar de estudio apropiado, que debiera contemplar condiciones adecuadas de iluminación natural y/o artificial, ventilación e idealmente ausencia de estímulos distractores.
- Ejercitar: Se pueden aprovechar los ensayos que tengan disponibles. Hacer síntesis de lo que se ha aprendido, utilizando técnicas que favorezcan la recapitulación de contenidos y la detección de puntos que aún no están bien asentados en el aprendizaje. Dado el tiempo que resta, es necesario que el estudiante pruebe estrategias que permitan elaborar en palabras propias los contenidos, para fortalecer su comprensión y su aplicación. Puede que a algunos estudiantes les acomode mejor hacer un resumen, mientras que a otros les resultan mejor los mapas conceptuales.
- Manejar las emociones. Es esencial manejar adecuadamente la ansiedad. Ésta es normal y deseable, ya que permite mantener la alerta, pero también nos bloquea y paraliza. Existen muchas maneras positivas de procesar nuestra ansiedad: hacer ejercicio, conversar con alguien de confianza acerca de cómo nos sentimos, usar técnicas de respiración y relajación. Si la ansiedad es excesiva, hay que evaluar la necesidad de recurrir a un especialista y consultar a tiempo. Por supuesto, no consumir ningún medicamento sin indicación médica.