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Aditivos presentes en colaciones escolares y sus riesgos para la salud
Para lograr un alimento más atractivo para el consumidor, se utilizan colorantes artificiales aprobados por el RSA (1997), dentro de los más conocidos se encuentran Tartrazina; Amarillo Crepúsculo, Azorrubina, y Azul Índigo.
Martes 23 de febrero de 2016
De acuerdo al Reglamento Sanitario de los Alimentos (RSA) se considera aditivo a cualquier sustancia que, teniendo o no valor nutritivo, se adiciona intencionalmente a un alimento con un fin tecnológico como mejorar su color, textura, sabor, vida útil, etc.
Para lograr un alimento más atractivo para el consumidor, se utilizan colorantes artificiales aprobados por el RSA (1997), dentro de los más conocidos se encuentran Tartrazina; Amarillo Crepúsculo, Azorrubina, y Azul Índigo. En Chile se regula el control de la concentración de estos aditivos a través del índice "IDA" (ingesta diaria admitida), valor que indica la cantidad máxima de aditivo que un ser humano podría consumir diariamente y durante toda su vida, sin presentar reacciones adversas.
Dentro del grupo de colorantes mencionados la Tartrazina es un polvo amarillo anaranjado brillante utilizado de manera masiva en la elaboración de refrescos, snack y golosinas. La legislación chilena exige que la presencia de este colorante se destaque en la rotulación de los alimentos que lo contienen, siendo su uso masivo en el país.
Sin embargo, sus efectos adversos para la salud han sido mencionados por diversos autores. El Instituto de Ciencia y Tecnología de los alimentos (INTA), señala que Tartrazina y Amarillo Crepúsculo, pueden producir cuadros alérgicos en personas sensibles, tales como urticaria y asma. Se han descrito, además, algunos casos de hiperquinesia en niños relacionados con la Tartrazina.
Por estudios realizados en animales con altas dosis de ambos colorantes, se ha relacionado la Tartrazina con tumores en la glándula tiroides y el Amarillo Crepúsculo con tumores al riñón y ambos con daño cromosómico. Por estas razones, estos colorantes han sido eliminados en países como Noruega y Austria.
Por lo anterior, y hasta que no existan resultados concluyentes que hagan posible eliminar los colorantes de la dieta, se recomienda restringir su uso considerando su posible toxicidad y especialmente, por no ser un aporte nutritivo.
Considerando la gran cantidad de colorantes en los productos de consumo habitual de los niños, que por su menor peso pueden llegar fácilmente a consumir niveles tóxicos, no se recomienda su uso masivo en escuelas ni colegios en snack y colaciones, siendo más recomendable el uso de agua, frutas y sándwich elaborados en el hogar a partir de productos naturales como quesillo y mermeladas.
En esta época del año, las frutas por su gran variedad, cobran especial importancia por su aporte en vitaminas, minerales y función hidratante, que permite recuperar energía a los niños. El llamado es a informarse, buscando alternativas para colaciones saludables, centrando como consumidores la atención en el rotulado de snack y refrescos que hoy son atractivos para los menores, pero que pueden introducir en su dieta aditivos de este tipo.