- Usted está en:
- Portada / Actualidad / Educación
60% de médicos, enfermeras y auxiliares no se higieniza manos ante pacientes
Profesionales chilenos presentaron manual actualizado sobre el tema durante coloquio IPSUSS. Objetivo es concientizar a los equipos de salud y mejorar hábitos.
Miércoles 16 de septiembre de 2015
En el año 2009, una investigadora revisó 5.700 fichas clínicas de 32 hospitales de Chile y determinó entre ellos 433 eventos adversos vinculados con la asistencia sanitaria: 126 correspondían a algún procedimiento y 123 a una infección asociada a los cuidados. Pero lo más importante es que el 86% de esas infecciones podían haber sido evitadas si todas las personas que atendieron a esos pacientes hubieran seguido los protocolos.
Los hospitales, clínicas y consultorios no sólo son lugares donde las personas van a recuperar su salud. También son sitios donde pueden adquirir infecciones que no tenían al llegar. Son las antiguamente llamadas 'infecciones intrahospitalarias', denominadas ahora 'infecciones asociadas a atención de salud' (IAAS), uno de los mayores riesgos de todo paciente internado.
"No menos del 40% de nuestros pacientes que están hospitalizados en una unidad de tratamiento intensivo contraen una infección dentro del hospital. Es una causa de pérdida económica, de mortalidad enorme", planteó el director de IPSUSS, Jaime Mañalich, al abrir un coloquio del Instituto de Políticas Públicas en Salud y la academia Aesculap Chile relacionado con el tema. |
El encuentro se tituló "Una Mano Lava a la Otra y las dos Salvan Vidas", debido a que -ante el riesgo de este tipo de infecciones- la solución más efectiva está literalmente al alcance de la mano: es el agua, el jabón y el alcohol gel que debe usar siempre y a cada rato el personal de salud durante sus labores.
El problema es que las evaluaciones que permanentemente hacen los departamentos de calidad o de control de infecciones en clínicas y hospitales muestran que sólo el 40% del equipo de salud ejecuta esa medida de seguridad. El resto, no.
"Sabemos qué, sabemos cómo, sabemos todo pero aun así no podemos lograr que la gente lo haga. Entonces ahora hay que recurrir a otras técnicas para estimular a las personas. Hay un problema de sensibilización. Y esto es a nivel mundial. No es que solamente nosotros no lo hagamos", explicó la enfermera Naldy Febré, quien junto con otros diez colegas de hospitales públicos y clínicas privadas redactaron un manual sobre el tema, que fue presentado durante el coloquio de IPSUSS y la academia Aesculap. |
El texto se elaboró reuniendo la mejor evidencia científica de los últimos 5 años, y aborda aspectos de epidemiología, normativa nacional, técnicas de higiene de manos, supervisión, indicadores estadísticos y un capítulo especial relacionado con la acreditación de prestadores y el tema de manos seguras. "La idea nació porque siempre hemos tenido literatura extranjera, por lo tanto definimos que era muy importante que enfermeros que trabajamos en el área de Control de Infecciones pudiéramos crear este tipo de manuales, con la mejor evidencia, para otras enfermeras y enfermeros que trabajan en esta área, como una ayuda o asistencia", dijo Naldy Febré. |
El texto –que se repartirá de forma gratuita a los encargados de Calidad y Control de Infecciones de los hospitales y clínicas del país- fue publicado con la colaboración de la Academia Aesculap, una organización internacional dedicada a la formación continua de profesionales de la salud, que nació en Alemania y ahora tiene presencia en varios países, incluido Chile.
La representante de la institución, Angélica Hernández, explicó que el objetivo principal es "compartir experiencias de conocimientos, transferir, y adicionalmente hacer alianzas estratégicas con aquellos profesionales que quieran investigar, generar evidencia científica, y este grupo que invitamos el día de hoy hace parte de este conocimiento que quisimos transferir". |
Tocar y transmitir
Uno de los énfasis del manual es promover el cambio de hábito. Al igual que en muchas otras áreas, aquí no se trata de falta de información, sino de falta de decisión para actuar distinto... falta de decisión para lavarse las manos cada vez que sea necesario.
"Son prácticas que uno debería traer desde pequeño, desde la casa, y eso no está tan socializado, y ése es uno de los problemas que tenemos después porque eso influye en los profesionales, ya que cada vez que necesitamos higienizar nuestras manos, no lo hacemos", insistió Yolanda Parada, otra de las enfermeras coautoras del manual.
"Uno lo hace bien cuando se acuerda, pero el asunto es que no lo hace cuando corresponde. Y ahí está el problema. Uno ve las manos como si no fueran parte de esta cadena de transmisión, pero uno puede transmitir a través de las manos a un inmunodeprimido, a un paciente que no tenga continuidad en su piel, y sobre todo a los pacientes nuestros que están hospitalizados, que ya están con sus defensas bajas. Y no todas las personas toman esa conciencia". |
Y es tan así la situación que –más allá del gran riesgo de infección de los pacientes internados- el pobre hábito de higienizar las manos puede provocar efectos incluso a nivel doméstico.
"El riesgo es que la gente que trabaja en hospitales -que le encanta irse con el uniforme puesto, que usa anillos, pulseras, relojes- se lleve debajo de eso microorganismos a sus casas, y el hijo termine con una conjuntivitis por Acinetobacter baumanii multirresistente. Ése es el riesgo", advirtió la editora del manual, Naldy Febré. "En las casas hay gérmenes menos agresivos, aunque ya hay casos como el Estafilococo resistente a cloxacilina u oxacilina que ya está presente en la comunidad".