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Expertos piden que trabajo de farmacia clínica se extienda a todos los centros de salud del país
La idea es que hospitales o centros de atención ambulatorio cuenten en todo momento con un químico farmacéutico que ayude en el tratamiento de un paciente, ya que la medicación es clave en la recuperación de los pacientes.
Jueves 3 de noviembre de 2016
Los errores en la medicación tienen una larga data en nuestro país y el mundo. De hecho, la base de datos del Sistema Nacional de Farmacovigilancia del Instituto de Salud Pública (ISP) registró durante el periodo 2013-2015, un total de 242 casos relacionados con errores de medicación, de los cuales, 98 se clasificaron como sin daño y 144 fueron con daño al paciente.
Estas cifras si bien no son necesariamente representativas de la tasa real experimentada por la población -considerando el componente de notificación voluntaria de este tipo de acontecimientos adversos y el fenómeno de subnotificación que existe, propio de la vigilancia espontánea- puede esconder más casos que no hayan sido notificados a este centro.
Bajo esta realidad, la necesidad de contar con profesionales del área de la salud que estén vigilantes ante cualquier requerimiento de medicamentos se hace imprescindible. De ahí también que la farmacia clínica se haga cada vez más urgente ampliarla y fortalecerla, ya que si bien muchas intoxicaciones por remedios se dan en el hogar y de forma autónoma, hacer que centros hospitalarios y ambulatorios cuenten con un químico farmacéutico en todo momento y más aún cuando un médico visita a un paciente, ayudaría a evitar cualquier error en el tratamiento de un paciente y con ello una mejor recuperación.
Esto fue parte del llamado que hicieron distintos expertos en el área farmacéutica que se congregaron en el Coloquio Uso de Medicamentos: Dosis que matan, organizado por la carrera de química y farmacia y el Instituto de Políticas Públicas en Salud (IPSUSS) de la Universidad San Sebastián (USS).
En la oportunidad, el presidente del Colegio Médico de Chile, Enrique Paris, comentó que las intoxicaciones en Chile en su mayor frecuencia son por medicamentos, incluso por medicamentos que afectan el sistema nervioso central, “por tanto, hay que educar más a la población y a los equipos de salud para evitar el uso desmedido del uso de medicamentos y para enseñarle a la gente a usarlo”.
Junto a ello, agregó, “es muy importante que exista el concepto de farmacia clínica o farmacéutico clínico que acompañe al equipo de salud en las visitas, ya que el médico cuando examina no lo hace solo, sino acompañado de la enfermera o alumnos de medicina, y en esa instancia tiene que participar también el químico farmacéutico porque ellos saben mucho más farmacología que los médicos. Saben de interacciones, de vías de eliminación, de vía media, de metabolización del fármaco y eso es súper importante cuando se le está indicando un medicamento al paciente. Es un mundo de información que hay que conocer para tener un uso racional del medicamento”.
Según Paris, este acompañamiento de visitas al paciente existe en muchas partes, “incluso hay farmacéuticos clínicos en las unidades de oncología o en las UCI, porque ellos reciben múltiples medicamentos, por vía endovenosa no oral y que puede tener efectos mucho más deletéreos”.
Comparte esta idea, la directora de la directora de la carrera de química y farmacia de la USS, Marcela Pezzani, quien precisa que hoy el acompañamiento del químico farmacéutico existe en las clínicas privadas y en los hospitales, "pero aún falta. Contar con estos profesionales permite racionalizar los medicamentos, además disminuye los costos, identifica reacciones adversas, propone nuevos esquemas terapéuticos, evita interacciones y detecta cosas que otros profesionales no tiene la formación para hacerlo o no tienen el tiempo para hacerlo. Está demostrado en Chile, en España y Estados Unidos, que el farmacéutico clínico es un aporte real cuando se trata de la seguridad en el uso de los medicamentos”, acotó.
Mirada externa
En Brasil, la realidad que se vive no dista mucho de lo que se ve en Chile. Así lo comentó al menos el presidente del Instituto para Prácticas Seguras no Uso de Medicamentos – ISMP Brasil, Mário Borges.
Según el profesional, en su país hay un programa nacional de seguridad del paciente que ha tenido muchas medidas para prevenir la mejor medicación y el uso racional de estos. También existe protocolo en las unidades de salud y boletines para los médicos y población en general.
Sobre la idea de la farmacia clínica en Chile, Borges asegura que “la idea es muy interesante. Por ejemplo en Brasil los grandes hospitales cuando el médico va a visitar al paciente, los otros profesionales van con él, es decir, el químico farmacéutico, la enfermera. Y en (centros) ambulatorios es importante que el farmacéutico después de la visita al paciente al médico, haga él la información de los medicamentos”.
Junto a lo anterior, el presidente de ISMP Brasil añade que “la cultura de seguridad es muy importante; que los hospitales o ambulatorios tengan una cultura que sea transparente, abierta para recibir a los profesionales que quieran hablar de mejoras. Sin una cultura sistema, no hay como tener una seguridad del paciente”.
Por su parte, Verónica Vergara, químico farmacéutico del subdepartamento de Farmacovigilancia del Instituto de Salud Pública (ISP), indicó que “hay instituciones que realizan la farmacia clínica y se cuenta con farmacéuticos en las áreas más críticas de las instituciones, como unidades de cuidados intensivos o urgencias”.
Explica que “es indudable la labor que ejercen estos profesionales y los beneficios que tienen, ya que allí se puede detectar problemas de uso de medicamentos, interacciones, que las dosis sean adecuadas para poder detectar los errores antes de que se les den a los pacientes. Esto sólo beneficia los pacientes. Además se ahorra dinero cuando evitamos que el paciente prolongue la hospitalización o se le administre un tratamiento para poder corregir algún error de medicación o uso de medicamentos que se haya generado”.
La mirada antes expuesta también es compartida por Rodrigo Orellana, de la Red Latinoamericana para el uso seguro de medicamentos y representante de la Sociedad Chilena de Farmacia Asistencial. Según el profesional, hoy en día el rol del farmacéutico está cambiando; “ya no es la farmacia sino el paciente y mientras más nos acercamos al paciente con actividades de acompañamiento, la farmacia clínica van cobrando importancia”.
Puntualiza que en la actualidad “estamos con farmacéuticos en UCI en estos momentos, haciendo actividad clínica en atención primaria, en geriatría, entonces la tendencia es cada vez más a que se mueva de la oficina de farmacia a hacer actividades de farmacia clínica, con seguimiento farmacoterapéutico, detección de problemas de medicación y reacciones adversas. La tendencia va hacia allá y hacía allá nos tenemos que sumar”.