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Pedro García y la crisis en salud: "Creo que es producto de la tozudez e hiperideología"
El ex ministro de Salud en el Gobierno de Ricardo Lagos, hace un duro diagnóstico de la situación que atraviesa el sector salud y critica la falta de competencias de los equipos técnicos para sacar adelante la ambiciosa cartera de proyectos en infraestructura hospitalaria.
Jueves 12 de noviembre de 2015
Pedro García conoce de cerca los problemas del sector salud. Bajo su gestión se implementó la reforma al sistema de salud impulsada en el 2005, donde uno de los pilares fue el Plan Auge, el cual contó con una fuerte oposición del Colegio Médico y varios otros sectores políticos.También debió enfrentar fuertes críticas por sus dichos y por la salida del entonces subsecretario de Salud Pública, Antonio Infante, por diferencias con la píldora del día después. Por eso sabe cuando las brasas queman.
El médico -actualmente concejal de la comuna de Santiago- parte señalando que se hizo un mal diagnóstico de la situación de salud y que se hicieron muchas promesas que no se van a poder cumplir, lo que genera incertidumbre en la población.
"La gente está profundamente decepcionada, inquieta, se les generó incertidumbre e incertezas muy grandes, porque hay que entender que estamos en un proceso económico nacional que no es menor y la cartera de inversiones (que involucraba la construcción de 60 hospitales) era vista por muchos actores como una medida de solución, porque significaba actividad para las ciudades, empleabilidad, transporte. Cuando se construye un hospital, todo se activa y eso hoy está todo parado o incierto que es peor, porque la gente no se atreve a hacer sus inversiones. La señora que quería instalar su quiosco para sándwich, ni ella se atreve a invertir", afirma.
- Personificando la situación ¿cómo se trata al paciente?
- Hay que realizar una cirugía mayor. Primero un buen diagnóstico de la cirugía que se quiere hacer, saber cuánta plata tiene Chile y cuánto se programa tener. La verdad es la verdad. No sobre supuestos. Si sé que no tengo suturas, y me faltan medios, tengo que hacer una operación, que a lo mejor no es la deseada pero sí la que me permita salvar al paciente. Aquí tiene que haber claridad y coordinación de todos los que participan en pabellón, es decir, de los ministerios de Hacienda, Salud, Obras Públicas y quien coordina es la Presidencia. Hasta el momento no han sido convincentes con el público que está viendo la cirugía.
- ¿Qué alternativas vislumbra usted?
- El financiamiento se puede solucionar por la vía de las concesiones o créditos, u otras formas en las que se involucre el Estado chileno pidiendo algún crédito en bancos internacionales, lo que tiene costos.
Pero antes, hay que realizar cambios en la capacidad de gestión para realizar estos proyectos. Y esto significa realizar un cambio muy profundo en la estructura de operación del Minsal, y de las personas que están a cargo de esas obligaciones. Aquí se ha mantenido la misma estructura que había para una inversión de 150 millones de dólares y hoy está en 1000 millones de dólares, porque no son sólo los hospitales, sino que también hay que considerar los centros de salud familiar y el equipamiento.
- ¿Volvería a las concesiones hospitalarias?
- Se podría revertir una situación congelada, porque había hospitales que estaban a punto de ser adjudicados y con eso se podría acelerar la construcción de recintos. Sino que se busquen otras vías o que les expliquen muy claro al país y a los parlamentarios la situación real. Está muy complicado el tema.
- ¿Cómo se avanza para destrabar la discusión presupuestaria?
- Ahí hay una situación bien complicada, porque los parlamentarios hicieron una apuesta por una estrategia que desechaba una forma de inversiones que era vía concesiones. Esos parlamentarios de la Nueva Mayoría, con justa razón, defendieron esa posición porque el Ministerio de Salud les dijo que los hospitales se iban a construir por esta otra vía.
Y así están los hospitales de Marga Marga, Quillota, Sótero del Río, Curicó, Linares y Chillán, todos caídos. Entonces el gobierno va a tener que buscar alguna fórmula de solución. Ahora se ha insistido en mantener una negativa a la metodología de las concesiones y, es de suponer que encontrarán otra fórmula de solución.
- ¿Cómo evalúa la gestión de Redes Asistenciales?
- Hay un déficit evidente y esto se ve no sólo por el tema inversiones, sino que por la deuda hospitalaria, el atraso en la lista de espera, la falta desarrollo en recurso humano.
Cuando uno ve que hay una ejecución presupuestaria del 30%, se piensa que no estaríamos en esta situación si se hubiera ejecutado adecuadamente el presupuesto y esto excede la responsabilidad del Ministerio de Hacienda.
Hacienda es como el papá que le da a sus hijos una mesada. Le dice 100 pesos a cada uno y al final de año, en octubre pregunta ¿cuánta plata has gastado? 25 chupalla! el próximo año tal vez te pueda dar 50 e igual vas a tener suficiente plata.
Esa es la evidencia y por eso hay una responsabilidad de la subsecretaría de Redes Asistenciales. $ 400 mil millones es mucho dinero. Y si hoy se ha gastado la mitad, uno no tiene porque pensar que el próximo año se tiene que gastar todo.
- ¿Qué opina de la acusación constitucional contra la ministra de Salud ?
- Las acusaciones tienen que ser cuando hay fallas graves de desarrollo, dramáticas para el país y cuando esté en entredicho el gobierno. Las acusaciones constitucionales no resuelven el problema final. Lo que sí se necesita es una conversación profunda de todos los actores. Y ser más humildes, recibir las opiniones de más gente. Porque cuando un cirujano tiene problemas, ojalá más expertos y con mayor experiencia opinen para salvar al enfermo.
- ¿Ex autoridades de la cartera para recuperar al enfermo?
- Eso lo tiene que resolver la ministra, la Presidenta y ojalá, urgentemente porque queda poco en la discusión de presupuesto. Deben ser más flexibles y escuchar a más gente, decanos de universidades, jefes de inversiones, llamar a las empresas privadas y preguntarles que proponen, también a ex ministros, a ex parlamentarios, conversar con gente que sepa de inversiones y finanzas públicas.
Hay una rigidez en el planteamiento que es peligrosísima. Aquí lo doloroso es ver un ministerio que siempre ha tenido prestigio nacional e internacional, pese a todas sus dificultades, porque no hay lugar en el mundo donde los ministerios de salud lo pasen muy bien.
En Chile tenemos resultados sanitarios que son envidiables por países de mayores ingresos, entonces no es razonable, lógico que estemos metidos en esta discusión. Creo que es producto de un cierto grado de tozudez y de rigidez intelectual, asociada tal vez a elementos de hiperideología. Esto afecta el prestigio del Minsal.