Conmoción mundial causó la muerte del “camaleón del rock”. A pocos días de haber cumplido 69 años, David Bowie, moría víctima de un cáncer.

Esta enfermedad es según el Instituto Nacional del Cáncer de los Institutos Nacionales de la Salud de EE.UU un conjunto de enfermedades relacionadas, en donde algunas de las células del cuerpo, empiezan a dividirse sin detenerse y se diseminan a los tejidos. Quisimos saber más sobre esta enfermedad, y sobre todo, cómo disminuir su aparición.

Para ello, el oncólogo y vicedecano de la Facultad de Medicina de la Universidad San Sebastián, sede Concepción, Mario Fernández, respondió nuestras preguntas.

¿Cuáles son los factores o condiciones que pueden provocar cáncer?

La aparición del cáncer se asocia al sistema inmunológico y, en particular, este cantante ya había sufrido hace algunos años un accidente vascular. De esa manera, y en términos generales las dos causas principales de muerte, son las enfermedades cardiovasculares y el cáncer, y la proyección a 2020 es que esta última pase a ser la primera causa de muerte en el mundo.

¿Qué factores de riesgo se debieran evitar?

Fundamentalmente todos los factores de toxicidad del medio ambiente que afectan finalmente a la célula: el hábito tabáquico, la polución ambiental, el consumo de alimentos procesados están dentro de los factores epigenéticos más importantes y capaces de activar los oncogenes, que son los causantes de la enfermedad.

En los países más pobres las enfermedades virales, las de transmisión sexual, las de inmunodeficiencia como el VIH en África, son también parte importante del aumento en la frecuencia de cáncer.

Muchas veces se asocia la aparición del cáncer a las penas ¿Cuánto puede influir el estrés y los dolores en ello?

En general cualquier elemento ambiental que afecte el equilibrio vital de alguna manera va a potenciar el riesgo de activación de oncogenes. En ese terreno, lo más estudiado son los cambios en los aspectos psicoemocionales, por ejemplo la depresión, es un elemento muy importante y un factor epigenético clave en la activación de tipos de cánceres. El estrés, sin embargo, se relaciona más a enfermedades cardiovasculares, y no de cáncer.

¿A qué señales y síntomas debieran las personas estar alerta?

Antes que todo se debe considerar los factores etarios. El riesgo de cáncer en gente joven es muy bajo, y este aumenta después de los 40 años, alcanzando su pick después de los 65 años.

Los aspectos más comunes a los que se debe poner atención son: cambios en el comportamiento del estado general, baja de peso inexplicable, adinamia, falta de energía pudieran estar ocultando un cáncer. Disminución del apetito.

También en lo relacionado a sistemas. Si hay cambios en el hábito intestinal, personas que tienen un ritmo de defecación normal y comienzan a sufrir constipación o períodos de diarrea, pueden ser signo precoz de que algo está pasando en el colon. Que es uno de los cánceres en aumento en países desarrollados.

Cualquier pérdida de fluido por alguna de las vías naturales como sangramientos al orinar, vaginal, pérdida de secreción bronquial sanguinolenta. Eso debe llamar la atención.

Sin embargo, el especialista alerta que en estos casos de deterior general se puede estar atrasado, por lo que en cánceres como mama, colon, y VPH hay que tener conductas proactivas.

¿Cuáles son los exámenes preventivos que se pudieran realizar?

En el caso de trastornos intestinales con un cambio inexplicable debería hacerse un examen tan simple como de sangre oculta en deposiciones y consultar a un especialista precozmente.

Autoexamen de la mama y control anual con un especialista mamario después de los 40 años.

El Papanicolau es una obligación de todas las mujeres que tienen vida sexual activa, es simple y tiene un impacto notable en el control del cáncer en etapa precoz.

En el caso de los hombres, todo mayor de 50 años debería incluir en su examen preventivo anual un estudio marcador tumoral PSA, es un análisis simple que va a permitir determinar algún cambio en los niveles de ese marcador pudiera indicar  la existencia de un cáncer. Lo que también es recomendable en síntomas urinarios como cambios de frecuencia.

¿Existen exámenes menos específicos, que pudieran advertir problemas en las células pero en términos más generales?

Hay algunos que no son específicos, pero son un buen indicador. Por ejemplo, hay dos marcadores que se utilizan frecuentemente en los exámenes generales, estos son la velocidad de sedimentación y otro que aún no está en Chile, pero que permite detectar en la sangre periférica, trozos de ADN mutado, es decir, mutaciones genéticas de cánceres que hoy día se conocen por los estudios cromosómicos. Éste se aplica en USA, como seguimiento, pero en el futuro pueden permitir detectar la mutación genética, que a su vez, advertirá la prevención o a un seguimiento más riguroso para detectar cánceres en etapas precoces.

 Aun cuando no existe cura para el cáncer, se prevé que en el futuro de la mano de la oncología genética se puedan tener vacunas que eliminen riesgos de ciertos cánceres.

Mientras, la recomendación del especialista, y al alcance es “una vida saludable y la vida en alegría, son los instrumentos más fáciles y baratos que tenemos para reducir el riesgo de algún tipo de cáncer. Eso significa modificar nuestros hábitos alimenticios, introducir el consumo diario de frutas y verduras, disminuir el consumo de manera drástica de carnes procesadas. También aminorar la ingesta de lácteos, después de la primera infancia y mejorar el consumo de agua, porque es un elemento clave en la nutrición celular. Consumirla ojalá filtrada. Asimismo,  disminuir el consumo de bebidas azucaradas y promover desde la infancia, la vida al aire libre y en familia”.

Cobertura de cánceres en el AUGE