Las implicancias del "corralito" para los afiliados de Masvida

Ayer, la Superintendencia volvió a validar el interventor provisional para la isapre, asegurando que "buscamos recuperar la confianza de los usuarios afectados por la irresponsable conducción de Isapre Masvida".

Martes 7 de marzo de 2017

Las implicancias del "corralito" para los afiliados de Masvida
escrito por Oscar G. Galaz

El “corralito” que viven por estos días los cerca de 600 mil afiliados a la isapre Másvida, hace que cualquier movimiento que ellos quieran hacer sea imposible. Así al menos lo estableció la Superintendencia de Salud el pasado 1 de marzo.

El lunes la misma entidad reguladora designó un administrador provisional para ver qué analice el real estado de la empresa, “pues junto a la imposibilidad de la Isapre de presentar sus Estados Financieros 2016 auditados en la fecha que se había acordado, y la indicación de la auditora E&Y respecto a que no podíamos considerar como certeros los estados financieros auditados del año 2015, además hemos tomado conocimiento de que algunos prestadores están no aceptando el pago con bonos de esta Isapre. Por lo tanto, y porque con una intervención total trabajaremos para regularizar esta situación, creemos que la llegada de Robert Rivas es fundamental en todo este proceso”, señaló la autoridad.

Este hecho abre así diversas preguntas sobre qué viene hacia adelante para los afiliados de Masvida y qué hacer durante al menos tres semanas más. Al respecto, la respuesta de los expertos en el tema es “esperar”, ya que a la limitación dada por la autoridad de “congelar” cualquier movimiento, se suma que una decisión de cambio de isapre u otra “debe ser al menos grupal y no de forma individual”.

Según el ex miembro de la Comisión asesora presidencial para el estudio de nuevo régimen de  salud privado, Pedro Barría “la situación es súper grave y compleja, ya que si la Superintendencia logra aclarar los aspectos contables y logra venderla o licitarla, los afiliados quedarían protegidos, se  tendría que responder a los contratos y la gente seguiría con ellos, pero el problema se generaría si no existieran interesados en asumir esta isapre, porque la gente se tendría que desafiliar e irse a otras isapres, donde el problema mayor es para las personas que tienen preexistencia o que están haciendo tratamientos”.

Dado esto último, asegura, “a los afiliados les queda esperar y esperar una solución unida para todos, porque si cada uno espera salvarse por su cuenta, todos van a perder: los que no se pueden cambiar por preexistencia, pero también los otros porque una persona que lleva 10 años afiliada aunque esté sana, las condiciones de afiliación  de hace diez años no son las mismas de las de ahora. Probablemente un plan parecido lo va a encontrar, pero a 50% superior al actual, sino más”.

Por su parte, la gerente general de Altura Management, Victoria Beaumont, comparte esa opinión. “Solamente queda esperar. De lo que podría esperar la gente, es tener tiempo prudente para que se revisen los antecedentes y se tome un camino de acción y ver qué hacer con el capital o inmuebles de la empresa. En cómo darle continuidad a la compañía”.

Agrega que “la desafiliación de las personas empeora el escenario, por eso hay que ir evaluando y mantener un tiempo, conocer la real situación, y ese es el objetivo de este ‘corralito’”.

Beaumont puntualiza que el interventor que ya analiza la real situación de Masvida, “debe tomar la mejor decisión para salvar los activos y el patrimonio en el caso que se pueda. Debe entrar en un trabajo de ver cuál es el escenario que tiene Masvida en este momento y eso demora un tiempo. En este momento, dada la intervención de la Superintendencia de Salud no pueden hacer nada por lo menos en marzo”.

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