Es época de cosecha y trabajos de verano en el sector agrícola, para lo cual dueños y administradores de predios reclutan “temporeros”, quienes realizan estas funciones durante el periodo en el que prolonguen las tareas en los campos.

“El ritmo de este trabajo es intenso, porque el rubro funciona con metas diarias que determinan el salario. Eso es perjudicial para el cuerpo, pues conlleva a la acumulación de cargas elevadas en un periodo de tiempo muy limitado, lo que implica gran esfuerzo cardiovascular”, explica Gabriel Araya, experto en salud ocupacional y académico de Kinesiología de la Universidad San Sebastián.

El esfuerzo físico también viene dado por la repetitividad de los movimientos durante estas faenas. Esto, junto a las cargas elevadas, predispone al trabajador a molestias musculo esqueléticas. “Generalmente estas aparecen a nivel de extremidad superior, es decir, hombro, codo, mano y muñeca. El dolor es un aviso de que el cuerpo se está dañando, por lo tanto, es importante poder pesquisarlo y tomar medidas al respecto”, explica el profesional.

Para evitar estos daños, el académico sugiere realizar pausas. Lo ideal no es exceder los 45 minutos realizando los mismos movimientos y parar entre 5 a 8 minutos. Junto con el esfuerzo físico, los temporeros realizan sus funciones bajo el sol, expuestos al calor, a la radiación ultravioleta y a sustancias agroquímicas. “Ojo cuando se observan los labios secos, la orina muy oscura y se mantiene la sensación de sed, ya que son indicadores de deshidratación. Para evitarla hay que realizar una correcta hidratación (3 litros de agua durante el día), y para la protección de la piel es fundamental el uso de bloqueadores solares factor 50”

¿Qué condiciones debe garantizar el empleado para evitar contagios Covid?

Lo primero es generar capacitaciones para educar a los trabajadores en materia de prevención. “Es importante contar con especialistas en salud que colaboren en conjunto a prevencionistas de riesgo y establezcan protocolos adecuados, también se deben aplicar encuestas de categorización que cuantifiquen posibles casos sospechosos de Covid”, puntualiza Araya. 

Monitorear a los trabajadores diariamente, medir su temperatura, establecer protocolos de ingreso que impliquen cambio de ropa, lavado de manos y utilización de alcohol gel será vital. “Proveer de elementos de protección personal (EPP), como la mascarilla, debe ir acompañado por un proceso de sensibilización desde la educación en salud. No basta con invertir en EPP, también hay que contar con profesionales de la salud que generen protocolos y conciencia en los espacios laborales, que pese a estar a campo abierto, igual pueden presentar eventuales riesgos”, finaliza el especialista.