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¿Por qué cuando crecemos dejamos de consumir leche?
Es un alimento considerado completo y recomendado en todas las etapas de la vida. Sin embargo, su consumo se asocia a la etapa infantil y a su contribución en la formación de huesos. Para los especialistas, en cambio, éste es esencial en una serie de procesos fisiológicos que se desarrollan hasta la etapa adulta.
Martes 11 de diciembre de 2018
Según datos de la Oficina de Estudios y Políticas Agrarias (ODEPA), el consumo nacional de lácteos es de alrededor de 146 litros por persona, lo que está por debajo de los 180 litros recomendados por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) o los 200 litros consumidos en países desarrollados.
Este menor consumo, se debería a que no se considera un alimento para adultos. “Todos los productos lácteos en Chile -excepto el queso- son considerados para niños. Entonces en la adolescencia empieza a disminuir el consumo de leche y yogurt, mientras que en Europa, en Francia que es de donde yo vengo, los adultos consumen mucha leche, porque son productos considerados buenos para la salud”, comentó Martin Gotteland, doctor en fisiología y fisiopatía humana, de la U. de Chile.
Para Paola Cáceres, nutricionista del Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos (INTA) “está muy arraigado que la leche es un producto infantil, porque la formación ósea alcanza su peak hasta 21 años, entonces después el calcio no va a formación ósea y malamente se cree que ya no lo necesitamos. Pero éste es necesario para otras funciones como la contracción muscular y el impulso nervioso. Entonces si en la etapa adulta no consumimos calcio externo, lo vamos a sacar de nuestras reservas, que son los huesos”, señaló.
Según datos de la Encuesta Nacional de Consumo Alimentario (ENCA), en Chile se observa incumplimiento en general para el consumo de agua, verduras, frutas, lácteos, pescados, sodio y, es especialmente bajo el consumo de pescados y lácteos.
Los especialistas que participaron en el curso: “Lácteos, alimentos para una vida saludable. Qué nos dice la evidencia científica”, organizado por la carrera de Nutrición y Dietética de la Universidad San Sebastián y el Consorcio Lechero, coincidieron en la necesidad de cumplir con las tres porciones diarias de consumo en el caso de los adultos.
¿Intolerante a la lactosa?
Para Gotteland, la intolerancia a la lactosa (azúcar de la leche), debe corroborarse con un test hipolactásico, el que “no pocas veces arroja que las personas que creían ser intolerantes no lo son, entonces tienen que empezar consumiendo pequeñas cantidades de manera que la microbiota intestinal se pueda adaptar sin desarrollar la sintomatología”.
Jazmín Zapata, académica de la carrera de Nutrición y Dietética USS, acentuó la importancia de consumir lácteos en todas las etapas, pero sobre todo en “el embarazo y la lactancia es un período crítico en aumento de energía y de micro y macro nutrientes, entonces los lácteos son un alimento completo que facilita el cumplimiento de las metas nutricionales”.
Aportes nutricionales
- Proteínas de buen valor biológico que contribuyen e impiden en los adultos mayores la reducción y pérdida de masa muscular (sarcopenia).
- Calcio: vital en procesos fisiológicos, formación de huesos y para la prevención de osteoporosis.
- Lactosa: aporta nutrientes y fibra.
- Lípidos: grasas o aceites.
- Minerales como calcio y fósforo.
- Licina: aminoácido esencial.
- Vitaminas del complejo B (funcionamiento cerebral) A y D.