¿Cómo sobrellevar este verano que no se va?

Consejos para enfrentar la ola de calor prevista para estos días en 6 regiones del país: qué hacer para poder conciliar el sueño y proteger a los niños y los abuelos.

Miércoles 11 de marzo de 2015

¿Cómo sobrellevar este verano que no se va?
escrito por Julio Enrique De Villegas

Dicen que es el verano más caluroso en Chile de los últimos 50 años. Y ya se produjo el récor para marzo en Santiago (35,5°C) desde que hay registro. Los pronósticos dicen que las altas temperaturas van a mantenerse incluso hasta inicios de otoño. Con eso en perspectiva, y dado que ya empezaron las clases y el año laboral normal, conviene saber a qué atenerse para enfrentar -en la ciudad y no de vacaciones en la playa- los días (...y noches) de calor que se vienen.

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Agua... Mucha... A cada rato...Aunque no sienta sed... Ese es el primer consejo que se entrega desde el ámbito de la salud. Beber constantemente durante el día para mantener la hidratación del organismo y evitar los riesgos, que no son pocos.

¿Cuánta agua? Un lactante debe consumir unos 750 mililitros de líquido al día. Un adulto, entre 1 y 2 litros. Y si está expuesto al calor, incluso más, porque el organismo pierde agua muy rapidamente a través del sudor.

"Cuando una persona normal pierde 2% de su peso corporal, siente sed. Con 4% ya aparecen síntomas y con 7% puede incluso perder el conocimiento", advierte el director de la Escuela de Nutrición y Dietética de la Universidad San Sebastián, Paulo Silva. El especialista dice que la deshidratación puede provocar sensación de agotamiento y confusión. Y si eso se mantiene porque la persona no corrige esa falta de agua de inmediato, puede perder ciertas habilidades motrices.

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"Los choferes, por ejemplo, los taxistas o conductores de buses, deberían consumir constantemente pequeñas cantidades de agua para no llegar a ese estado de deshidratación, pese a las limitaciones que tienen muchos para ir a un baño durante su trabajo".

En el caso de los niños pequeños y la tercera edad, la situación es más delicada, porque las guaguas no tienen aún desarrollado el reflejo de la sed, y los adultos mayores ya la han perdido. Es decir, pueden deshidratarse sin darse cuenta.

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"En adultos mayores podemos ver a una persona mucho más fatigada, con calambres, y esa puede ser una señal de deshidratación", explica Valeska González, docente de la Facultad de Enfermería de la Universidad San Sebastián. "Uno muchas veces asocia estar deshidratado con el tener sed, pero ése no siempre va a ser el primer síntoma: puede haber un llanto sin lágrimas, boca seca, piel sin turgencia, seca. Por lo tanto, en estos días de calor severo deberíamos hidratarnos sin esperar a tener sed".

¿Qué beber y cada cuánto?

Agua potable. Simplemente eso. No hace falta ni agua mineral, ni nada especial. Agua fresca, fría. Llene una botellita y llévela con usted. "No se recomienda tomar gaseosas o jugos dulces, porque pueden dar más sed", dice el profesor de Nutrición Paulo Silva. "Lo ideal es tomar agua potable. Tampoco hace falta tomar bebidas isotónicas. Eso es más que nada para los deportistas, que hacen esfuerzos intensos y pierden agua y minerales".

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¿Y una cerveza helada? Más allá del placer que pueda dar, en términos de hidratación no sirve "porque si bien una cerveza fría da sensación de alivio momentáneo de la sed, el alcohol provoca aumento de la secreción de líquido y estimula el orinar, es decir, eliminar agua, lo que es contraproducente con el propósito de hidratarse y entregarle agua al organismo".

Es decir, deje la cerveza para su placer, pero beba agua para hidratarse. ¿Cuánto? "Uno debería andar con una botella de agua e ir tomando de a poco (medio vaso) cada media hora o una hora, sin esperar a sentir sed", insiste el especialista.
También es conveniente complementar eso con una alimentación que privilegie las frutas y ensaladas, que son fuente de minerales (potasio, sodio, cromo) y ayudan a reponer lo que el organismo pierde con el sudor.

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En el caso de ciertos enfermos crónicos, la ola de calor también puede causar problemas. Las personas diabéticas, cuya forma de regular el metabolismo está alterada, pueden descompensarse y deshidratarse, porque su sensación de sed tampoco funciona con normalidad. En los pacientes sometidos a diálisis el problema es al revés, porque pueden tender a beber más agua por el calor, lo que recarga su organismo, incapaz de procesar los líquidos debido a la falla de sus riñones.

"Las diálisis no van a ser más seguidas en estas temporadas de calor, pero el paciente va a estar con más carga de líquido y en el momento de dializarse el proceso va a tener que ser más largo que lo habitual", advierte la profesora de la Facultad de Enfermería.

¿Cómo facilitar el sueño en noches de calor?

Aquí hay dos consejos clave: la alimentación liviana en la noche, con frutas y ensaladas frescas, y la temperatura del dormitorio.
"Por ejemplo, coloque un ventilador en su pieza una hora antes de acostarse, que la ropa de cama sea lo más ligera, y el pijama, polera o camisa de dormir también, para no estar incómodo por el calor y despertarse a cada rato".
Poco se puede hacer para evitar el calor ambiental, pero al menos está en manos de uno el usar la ropa apropiada, que no nos acalore de más; hidratarse con agua, que es lo que el cuerpo necesita; y aligerar la ropa de cama, para no despertarse incómodo y lograr un sueño reparador.

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