En Chile, más de 180 mil personas tienen algún tipo de demencia, según cifras del Ministerio de Salud (Minsal). Situación que se ve con preocupación debido al aumento de la población adulto mayor de aquí al 2025 que de acuerdo a proyecciones del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), superará al número de menores de 15 años, observándose un crecimiento acelerado del grupo de mayores de 80 años.

En este escenario, el gobierno anunció un Plan Nacional de Demencia, cuyo objetivo será mejorar la calidad de vida de los adultos mayores.

“Sabemos que las demencias tienen efectos abrumadores en quienes las padecen, en sus entornos familiares y el de sus cuidadores. Se trata de problemas de salud con consecuencias, físicas, emocionales y económicas, que pueden causar mucho estrés y angustia”, sostuvo la ministra de Salud, Carmen Castillo. “Por eso el compromiso de nuestro Gobierno fue entregar un Plan Nacional que permita a las personas que viven con demencia acceder oportunamente a cuidados para sobrellevar mejor la enfermedad”, añadió.

El Plan Nacional de Demencia, establece cuatro ejes de acción:

1. • La atención socio-sanitaria para personas con demencia y su entorno en el nivel primario de salud.
2. • La atención socio-sanitaria en el nivel de especialidad, a través de las Unidades de Memoria en los hospitales de mediana y alta complejidad, en complemento con el Programa Centros de Apoyo Comunitario para personas con demencia.
3. • La sensibilización en la construcción social de las demencias.
4. • Y las intervenciones psicosociales con familiares y cuidadores.

A la fecha se encuentran en funcionamiento 7 centros de apoyo comunitario para personas con demencia, ubicados en: Peñalolén, El Bosque, Rancagua, Los Andes/San Felipe, Hualpén, Osorno, Punta Arenas. Este año, se espera que comiencen a funcionar los recintos correspondientes de Coquimbo, Talca y Temuco.

¿Qué es la demencia? 

No es una enfermedad específica, sino mas bien una amplia variedad de síntomas relacionados con el deterioro de capacidades de razonamiento. Afecta a la memoria, el pensamiento, el sentido de orientación y el lenguaje. Lo que se traduce en dificultad para realizar más de una tarea a la vez, olvidar hechos y conversaciones, perderse o extraviarse.

Por lo regular ocurre a una edad avanzada. La mayoría de los tipos de demencia son irreversibles (degenerativos). Los más conocidos son el mal de Alzheimer y la demencia vascular que es causada por  accidentes cerebrovasculares pequeños.

A medida que la demencia empeora, los síntomas interfieren con la capacidad para cuidarse: Cambio en los patrones de sueño, despertarse con frecuencia por la noche; dificultad para realizar tareas básicas, como preparar las comidas, escoger la ropa apropiada o conducir; olvidar acontecimientos de la historia de su propia vida; tener alucinaciones o delirios. 

A nivel mundial, la demencia afecta a 47 millones de personas, y se estima que alrededor del 60% viven en países de ingresos bajos y medios. Cada año se están registrando cerca de 10 millones de nuevos casos.

La Organización Mundial de la Salud reconoce la demencia como una prioridad de salud pública y llama a la sensibilización frente a la enfermedad; al establecimiento de iniciativas destinadas a promover la reducción del riesgo de demencias; y a optimizar los procesos de diagnóstico, tratamiento y atención.

Y junto a lo anterior, llama al fomento de marcos legislativos apropiados y favorables, basados en normas de derechos humanos internacionalmente aceptadas, para garantizar la máxima calidad en la prestación de servicios a las personas con demencia y sus cuidadores.