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Actividad física en el adulto mayor ¿Es posible?
La actividad física retarda significativamente la deficiencia funcional y es capaz de desarrollar la autonomía de un adulto mayor.
Viernes 18 de agosto de 2017
Día a día vemos cómo el avance tecnológico facilita nuestra vida diaria, pero lamentablemente también favorece la inactividad y, por ende, el sedentarismo. Lo anterior sumado a una dieta rica en grasas ha incrementado la incidencia y prevalencia de enfermedades cardiovasculares, músculo-esqueléticas, metabólicas y obesidadque, sin embargo, pueden ser disminuidas si se practica actividad física de moderada intensidad.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la actividad física como “todos los movimientos que forman parte de la vida diaria, incluyendo el trabajo, la recreación, el ejercicio y las actividades deportivas”, pudiendo abarcar actividades como bailar, subir escaleras, caminar y andar en bicicleta.
Los últimos estudios indican que la tendencia entre las personas mayores es no practicar ejercicio ya que creen que no lo necesitan o que no están en edad para eso. Al contrario, es fundamental enfatizar que la actividad física retarda significativamente la deficiencia funcional y es capaz de desarrollar la autonomía de un adulto mayor, influyendo positivamente en enfermedades crónicas como la hipertensión arterial, diabetes mellitus, dislipidemia y obesidad, actuando favorablemente sobre el sistema inmunológico, músculo-esquelético y sobre la salud mental ya que mejora la autoestima, la agilidad mental e interacción social de la población. Todo lo anterior conlleva a una mejor calidad de vida y a una disminución de enfermedad y muerte.
Para lograr una mejor condición de salud, la frecuencia sugerida es diaria o día por medio entre 30 a 60 minutos. Lo importante es ir aprendiendo a conocer su propio ritmo, siempre en una intensidad que sea superior a lo normal, pero cuidando de no agitarse. Dentro de las actividades más recomendadas se encuentra la marcha o caminata, pues es un ejercicio seguro y natural que no exige ninguna habilidad ni equipo especial. En el caso particular del adulto mayor, sus beneficios son que mejoran la fuerza muscular, equilibrio y postura.
Entonces, usted ya sabe que no existen mayores impedimentos para que pueda realizar actividad física, sólo debe anular sus prejuicios y darse el ánimo en pro de beneficios para su salud y por ende para a su calidad de vida.