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Automedicación ¿Riesgo o Beneficio?
Como sociedad tenemos el deber de crear conciencia de la responsabilidad que cada uno tiene con su propia salud y en esta tarea, el ítem de la automedicación sin prescripción médica no debe ausentarse.
Lunes 14 de junio de 2021
De acuerdo a los últimos resultados presentados por el Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas y Alcohol (Senda), sobre los efectos de la pandemia de COVID-19 en el consumo de diversas sustancias, se detectó un incremento en el uso de medicamentos sin receta médica, aumentando en 8,8 puntos porcentuales con respecto al año 2020.
Los encuestados reportaron que la principal causa de la automedicación fue el estrés y la depresión que genera la pandemia. Esto también ha sido informado en otros estudios como el realizado por el Centro de Información Toxicológica de la UC, que señaló que la automedicación es un problema nacional, pues los fármacos son la primera causa de intoxicación con un 58%. Los medicamentos de los que más se abusa son los analgésicos, los antibióticos, los antiinflamatorios y los tranquilizantes.
Estos resultados deben ser analizados con cautela y buscar estrategias que eviten el uso inapropiado de los medicamentos. No se debe olvidar que estos son la principal herramienta terapéutica con la que se cuenta para el tratamiento de los pacientes. Sin embargo, a pesar de los efectos beneficiosos, también implica una serie de riesgos para la salud, que en la mayoría de los casos son desconocidos por las personas.
La automedicación con fármacos, que por ley deben ser dispensados con una receta médica, como el caso de las benzodiazepinas y el tramadol, puede generar problemas mayores para la salud de las personas, en especial en grupos de riesgo, como enfermos crónicos, adultos mayores, niños y embarazadas, entre otros.
Entre los riesgos de esta práctica, se encuentra la dependencia, las intoxicaciones, los efectos adversos, el agravamiento de una enfermedad al enmascarar síntomas, interacciones con otros medicamentos y alimentos que aumentan o disminuyen el efecto, la resistencia a los antibióticos y, finalmente, un aumento de gastos.
Los peligros se incrementan cuando los medicamentos son adquiridos de manera ilegal, en establecimientos no autorizados para su venta, ya que pueden estar adulterados, vencidos o falsificados.
Parte importante de la solución a este problema es la educación a la población sobre el uso correcto de los medicamentos. Como sociedad tenemos el deber de crear conciencia de la responsabilidad que cada uno tiene con su propia salud, y, en esta tarea, el ítem de la automedicación sin prescripción médica no puede, ni debe ausentarse.