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Juegos Olímpicos Río de Janeiro 2016: Más rápido, más alto, más fuerte
Han pasado más de 100 años y se ha transformado en un evento muy distinto que el de sus inicios. Hoy es común observar cómo el profesionalismo, política y nacionalismo, entre otros, nos presentan más que un encuentro entre naciones hermanas en torno al deporte, una máquina publicitaria en la cual los réditos económicos anteceden a los deportivos.
Miércoles 3 de agosto de 2016
El máximo evento deportivo por excelencia que se disputa cada cuatro años tiene una nueva versión – que comenzó hace unos días- en Río de Janeiro, Brasil. Será un mes en donde volverá a brillar el fuego olímpico, símbolo de amistad y paz; y ondeará la bandera blanca con los cinco anillos entrelazados, símbolo de la universalidad del movimiento olímpico. Son los primeros que se organizan en Sudamérica, por lo que se transforma en una oportunidad única para asistir y ver en vivo a los mejores deportistas del mundo.
Han pasado más de 100 años y se ha transformado en un evento muy distinto que el de sus inicios. Hoy es común observar cómo el profesionalismo, política y nacionalismo, entre otros, nos presentan más que un encuentro entre naciones hermanas en torno al deporte, una máquina publicitaria en la cual los réditos económicos anteceden a los deportivos.
Pierre de Coubertin, creador los Juegos Olímpicos de la era moderna, quería que el deporte fuera una forma de educar y que llegara a todos, pero hoy un ticket a la ceremonia de apertura de Río 2016 cuesta $350.000. Otra muestra es la descalificación de todo el equipo de atletismo ruso por graves casos de dopaje. Y Chile no ha estado ajeno a estas nefastas conductas antideportivas. Conocido es el caso de Iván López (Campeón Iberoamericano en 1.500 y 3.000 metros), a quien a comienzos de este año se le detectó el uso de sustancias ilícitas para aumentar su rendimiento deportivo.
Afortunadamente, los verdaderos atletas son mayoría, y son quienes le dan vida a esta justa deportiva y durante toda su vida sueñan con llegar a estar en la ceremonia inaugural tras su bandera, esperando rendir verdadero honor a la frase olímpica “Citius, Altius Fortius” (más rápido, más alto, más fuerte).
La delegación de Chile contará con 42 deportistas. Si bien todos y cada uno se ha ganado el derecho de estar en la cita, la verdad es que solo unos pocos tienen reales oportunidades de colgarse una medalla. Bárbara Riveros, en triatlón, después de su decepcionante participación en Londres 2012, llega esta vez con grandes posibilidades tras obtener el primer lugar en el triatlón de Valence con un tiempo de 59 minutos y 4 segundos. Tomás González, luego de su expectante cuarto lugar en suelo y salto en los pasados Juegos, se ha preparado los últimos cuatro años, cosechando varias medallas de oro en copas del mundo y concentrándose en España hace ya dos meses.
Y aunque en el deporte nada está dicho hasta que se juega el último punto o minuto, como país esperamos que nuestros deportistas dejen todo en “Río 2016”….sin lugar a dudas el más grande evento deportivo del año.