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Leer en la tercera edad mantiene activas las funciones intelectuales
Si bien con la vejez hay cambios tanto físicos como cognitivos, es esencial mantener activas las funciones intelectuales y de la memoria.
Jueves 15 de diciembre de 2016
A medida que las personas se enfrentan a la vejez, perciben cambios no solo en el desempeño físico, sino también en lo cognitivo. Por tal razón, la profesora de Lenguaje y docente de Pedagogía en Educación Básica de la Universidad San Sebastián, sede Valdivia, Teresa Vidal, sostiene que es esencial estimular la actividad mental en los adultos mayores, manteniendo activas sus funciones intelectuales como la memoria.
“Mucha gente de la tercera edad reconoce que no sabe qué hacer con su tiempo libre o que hay actividades lejanas a sus posibilidades. Sin embargo, hay una ocupación recreativa muy provechosa que fomenta la imaginación y curiosidad, además de mejorar la memoria“, explica la docente.
“Un lector frecuente previene el deterioro cognitivo, porque requiere el ejercicio de distintas zonas del cerebro. Las funciones mentales que se utilizan para leer requieren de las asociaciones, la comprensión de ideas y el funcionamiento de la memoria para mantener la información. Se puede pensar que gran parte de las personas llegada a una detenninada edad, optará por pasar más tiempo frente a la televisión, hábito que genera menos actividad mental, a diferencia de la lectura, que promueve la creatividad e imaginación, indica.
Para Vidal, leer es una medida protectora del bienestar mental de los adultos mayores, ya que disminuye sus niveles de estrés y es una herramienta que combate los sentimientos de ansiedad, angustia o soledad. Es así que la lectura se puede considerar como un agente de terapia ocupacional, puesto que esta actividad implica esfuerzos del intelecto, y de esa manera los adultos mayores activarían su mente e imaginación, alejándolos de pensamientos pesimistas. Por otro lado, algunos adultos mayores son abuelos, y dedican cierto tiempo a cuidar a sus nietos; y la lectura se convierte en momentos compartidos doblemente significativos, pues si se logra el propósito de implantar en este núcleo un hábito lector se convierte en una instancia para reafirmar vínculos y conocimientos de mundo entre ellos a través de la lectura.
Recomendaciones
Para comenzar y reencontrarse con los libros a la tercera edad, la docente considera necesario seleccionar una historia simple, que contenga fundamentalmente emociones positivas; leer durante la mañana, por la luminosidad; encontrar un momento de tranquilidad; el texto a leer debe ser con letra grande y no contar con muchas páginas; el ritmo de lectura debe ser lento; hacer intervalos en la lectura; si la concentración culmina, hay que dejar la actividad por un momento; lo ideal es leer un par de páginas diarias; ser constante para que se convierta en un hábito.
También les aconseja convertirse en mediadores de la lectura con sus propios nietos o visitar hospitales para a leer a los pacientes, la idea es cambiar la actitud de los mayores hacia el envejecimiento desterrando la pasividad.
Por último, Vidal sostiene que es necesario buscar espacios que les permitan a las personas de la tercera edad mantenerse sano mental y fisicamente y recomienda participar de la Escuela del Adulto Mayor realizadas en el invierno y verano en la USS. Tiene diversos talleres que les permiten sociabilizar, compartir experiencias en torno a cosas comunes, por ejemplo, talleres de inglés, de estimulación de la memoria y bienestar personal en el adulto mayor, entre otros. El objetivo es poder brindar estrategias que posibiliten la estimulación cognitiva, para ello un elemento clave puede ser a través del encuentro con la lectura”.