El contrabando de tabaco en distintos países

Fue en el coloquio ¿Lobby de la Industria tabacalera en la reforma tributaria?, organizado por el Instituto de Políticas Públicas en Salud de la U. San Sebastián, en donde se abrió el debate por la trazabilidad cigarro en la reforma tributaria II y la autorregulación que le abriría a ese mercado.

Miércoles 20 de enero de 2016

El contrabando de tabaco en distintos países

Según consigna esta jornada El Mostrador se evidencian casos en que las tabacaleras se han reconocido culpables de contrabandear cigarrillos. Tales casos se dieron cuando Tailandia acusó a Philip Morris de evasión de impuestos el lunes y de declarar menores precios de importación de sus cigarrillos por alrededor de US$ 550 millones entre 2003 y 2006. La tabacalera dijo que impugnaría cada uno de los cargos, según informó Wall Street Journal.

Esta es una de las tantas noticias que esgrimen los expertos que señalan a la industria tabacalera como “una de las más tramposas del mundo”. Tal como lo dijo el doctorado en la Universidad de Cambridge y profesor de la UAI, Guillermo Paraje, en una carta enviada a La Tercera.

Tampoco puede sorprender que las organizaciones antitabaco miren con recelo cualquier señal que implique revisar un texto legal que guarde relación con esa industria en el Congreso.

En noviembre pasado, la BAT fue acusada de pagar soborno a tres representantes de países africanos conectados con la red para el control del tabaco de la Organización Mundial para la Salud (OMS), de acuerdo a un programa de la BBC.

Todos estos escándalos alimentan el recelo con que los sectores ligados a la salud en Chile miraron la suspensión de la tramitación de las bases de licitación de un sistema con el cual se buscaba aumentar la fiscalización de los cigarrillos que salían de las bodegas de las tres empresas que comercializan cigarrillos en el país: British American Tobacco (con una participación del 95%), Philip Morris (4%) y Polo.

La razón de la demora fue que Hacienda decidió introducir algunas indicaciones que apuntaban a abrir “la posibilidad de que Impuestos Internos directamente haga esa trazabilidad y, más importante, a través de los reglamentos respectivos se va a tener un control muy directo de esa trazabilidad. Lo que hace esta ley es mejorar muchísimo respecto de la preocupación que tienen con justa razón algunas organizaciones respecto de esto”, explicó el ministro Rodrigo Valdés, ante la comisión del Senado.

Sin embargo, el temor que ronda a los expertos es que el proyecto termine permitiendo que “BAT Chile provea su propio sistema de trazabilidad que se llama Codentify y que ha sido vastamente criticado por lo oscuro que resulta su control”, señaló Guillermo Paraje, en una columna de opinión. Algo que también fue respaldado por Sonia Covarrubias de Chile Libre de Tabaco.

Ver declaraciones en IPSUSS TV

Contrabando en EE.UU.: en diciembre de 1998, una filial de la RJ Reynolds se declaró culpable en Nueva York y accedió a pagar US$ 15 millones en penalidades por haber evadido US$ 2,5 millones en impuestos al transportar de manera fraudulenta cigarrillos a territorio estadounidense.

Este fue el resultado de 4 años de investigación y que involucró a la frontera entre Estados Unidos y Canadá, según un comunicado del Departamento de Justicia de los EE.UU.

Contrabando europeo: en noviembre de 2000, la Comisión Europea presentó demandas contra Philip Morris International (PMI) y otras compañías, acusándolas de contrabando. Cuatro años después, PMI acordó pagar a la Unión Europea y sus estados miembros la suma de 1 billón de euros por 12 años. Un acuerdo similar se logró también con Japan Tobacco International en 2007 y con BAT e Imperial Tobacco en 2010, según informó European Parliament News.

De acuerdo a la Comisión Europea, el comercio ilícito de productos de tabaco cuesta a los países de la UE cerca de 10 billones de euros en impuestos no percibidos.

Canadá en la mira: en 2008, dos compañías canadienses de tabaco aceptaron pagar multas penales y civiles por 1,5 billones de dólares canadienses, tras admitir que habían ayudado al contrabando de cigarrillos.

La investigación –que tomó 8 años– probó que Imperial Tobacco Canada y Rothman, Benson&Hedges exportaban cigarrillos libres de impuestos a Estados Unidos y luego los retornaban a Canadá para ser comercializados en el mercado negro. Si hubieran pagado los impuestos debidos, el fisco canadiense habría obtenido entre 3 billones y 10 billones de dólares canadienses, calculaba el New York Times, en agosto de 2008.

Pero eso no es todo. Dos años después, tres compañías de tabaco –RJ Reynolds, JTI-Macdonald y Northern Brand– convinieron en cancelar 550 millones de dólares canadienses, luego de que diez provincias alegaran que habían sido objeto de contrabando a lo largo de la frontera con Estados Unidos entre 1980 y 1990.

Luego de diez años de litigios, las compañías se rindieron en 2010. Con impuesto al tabaco bastante más altos en Canadá que en Estados Unidos, el comercio ilícito ha sido uno de los problemas persistentes de las autoridades canadienses, publicabaThe Financial Times en abril de 2010.

La investigación de los 11 mil páginas: en 2000, The Guardian publicó una investigación del International Consortium of Investigative Journalists, un grupo basado en Washington, que durante 6 meses analizó 11 mil páginas de documentos que la BAT quiso hacer públicos.

Tras esta lectura dedujeron que el crecimiento del contrabando internacional de cigarrillo en los 90 se debía en parte a la rivalidad entre la BAT y sus competidores y, al mismo tiempo, al deseo compartido de hacer caer los impuestos altos y ampliar el mercado de fumadores.

Los documentos –que abarcaban hasta 1995– no sugerían que hubieran cometido delito en el Reino Unido. Pero sí mostraban que existían canales de contrabando a través de los cuales los cigarrillos viajaban y que “siempre son operados y manejados por otros”. Mencionaban rutas que usaban a la isla caribeña de Aruba y entraban a Colombia para terminar en los mercados de contrabando.

Finalmente, se estimaba que el gobierno del Reino Unido perdía alrededor de 2,5 billones de libras en impuestos no pagados debido al contrabando de cigarrillos.

¿Qué dice la OMS?

Está claro que la Organización Mundial de la Salud no siente ninguna simpatía hacia las tabacaleras. En 2015 señaló en un artículo sobre el comercio ilegal de tabaco que uno de cada diez cigarrillos podría ser de procedencia ilícita en el mundo y agregó que “las tabacaleras son parte del problema, no la solución. Aunque públicamente se oponen al tráfico ilícito y proclaman que están firmemente decididas a ayudar a los gobiernos en la lucha contra el contrabando de tabaco, hay pruebas de que participan activamente favoreciendo el comercio ilícito en la mayor parte de las economías”.

O sea, no saca nada la BAT Chile con declaraciones del tipo: “BAT Chile solicita una mayor fiscalización del comercio ilícito de cigarrillos con ocasión del Día Mundial sin Tabaco 2015”, donde acusaba a las mafias que operan a nivel internacional, porque la principal organización de la salud cree que ellos forman parte de la red.

De hecho, la OMS apunta a que “documentos internos de la industria tabacalera demuestran que el contrabando ha formado parte de la estrategia utilizada por el sector para promover sus marcas, aumentar la cuota de mercado o abrir mercados cerrados a sus productos. En esos documentos estratégicos internos, las tabacaleras utilizan expresiones en clave, como ‘Derecho No Pagado’, ‘Tránsito’ o ‘Comercio General’ para describir operaciones de contrabando” según consignó El Mostrador.

 

 

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