Si bien se ha avanzado bastante en materia de inclusión de las personas con discapacidad en el país, en gran medida por el trabajo realizado por la Teletón, así como otras organizaciones sociales, aún no es suficiente. Todavía no se produce una integración verdadera en las escuelas, universidades y mucho menos en el campo laboral. Este fue uno de los temas abordados durante el Coloquio ¿Discapacidad o Capacidades Diferentes?, organizado por el Instituto de Políticas Públicas en Salud (IPSUSS) de la U. San Sebastián.
En el seminario participaron como expositores y panelistas el director de la Carrera de Kinesiología de la USS, Cristián Contador; el director del Centro de Estudios, Fabian Riquelme, el presidente del directorio de Fundación Teletón, Humberto Chiang, la ex ministra de Bienes Nacionales, Catalina Parot, y la alumna de Derecho de esta casa de estidios, Constanza Larenas.
Según el diagnóstico planteado, un 51% de las personas con discapacidad que viven en el país, están en el rango de los 30 a 64 años, de acuerdo al estudio realizado por el Fondo Nacional de la Discapacidad (Fonadis) y el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) del 2004.
Un 72,53% no estudia y sólo 8,8 por cada 100 mil habitantes trabaja. Situación que no ha variado en los últimos años. Además, un 39,5% está dentro del grupo de la población más vulnerable y se localizan en regiones con una fuerte presencia rural como son Maule, Araucanía y O'Higgins.
Lo más grave, según éstos indicadores es que si bien un 75,8% de las personas con discapacidad tiene acceso a los servicios de salud, se trata de una atención básica. Sólo un 6,49% accede a rehabilitación.
Al respecto, el director de la carrera de Kinesiología de la U. San Sebastián, indicó que este escenario plantea un gran desafío debido a que la población chilena está envejeciendo rápidamente y el riesgo de discapacidad es superior en los adultos mayores, debido a las enfermedades crónicas como la diabetes, cardiovasculares, cánceres y trastornos de la salud mental.
Situación que va en línea con la encuesta de Discapacidad en Chile, presentada por el director del Centro de Estudios de la U. San Sebastián, Fabián Riquelme, donde se señala que un 20% de la población mayor de 35 años considera que padece una discapacidad y que un 15% tiene dificultades para realizar actividades cotidianas como bañarse, comer o realizar movimientos con fuerza. De las cuáles un 83% necesita la ayuda de otras personas para concretar esas acciones y un 17% esta solo.
Según el sondeo, además, un 36% de las personas que reconocen tener discapacidad es a causa de enfermedades crónicas y un 11% como secuela de un accidente.
Otro de los problemas de los cuales dan cuenta las personas son las dificultades que tienen en el entorno. Un 64% señala que le cuesta subirse y bajar escaleras, un 55% tomar la locomoción colectiva y superar los obstáculos de las veredas y 30% identificar calles y cruces.
¿Qué nos falta?
Este escenario hace suponer que el problema de la discapacidad será mayor en los próximos años, y aún el país no está preparado para asumirlo.
"Todavía nos falta mucho por avanzar. El país está en deuda con la integración de las personas con discapacidad. Hay muy pocos niños que van a jardines infantiles y que las profesoras no están preparadas para trabajar con ellos. Hay muy pocos jóvenes que logran terminar la secundaria. Hay muy pocos jóvenes con discapacidad que logran terminar la universidad. La gente con discapacidad está aislada, no está participando en la vida diaria del país y esa es una tarea que nos convoca a todos", indicó la ex ministra de Bienes Nacionales, Catalina Parot, quien desde su experiencia, relató las dificultades que tuvo debido a la discapacidad en sus piernas producto de la poliomielitis que padeció a los seis meses.
La ex secretaria de Estado, valoró que este tema se ponga en discusión. "Quisiera agradecer a la Universidad San Sebastián por poner estos temas sobre la mesa. Aquí estaba viendo el lema de esta universidad que es 'creer, crear y emprender'. Creer tiene que ver con valores y este tema tiene que ver con valores. Tenemos gente que hoy día piensa que la eutanasia debe ser para las personas que padecen de una enfermedad, o que al aborto puede ser aplicable en caso de niños que vienen en la gestación con defectos... La única forma que tengamos un cambio cultural es que nosotros aprendamos a vivir con la diferencia, a convivir con personas diferentes", dijo Parot.
Al respecto, Constanza Larenas (19 años), alumna de Derecho de la USS, contó que cuando niña"la educación básica fue súper complejo porque soy de Talagante y nadie quiso recibirme le decían a mi mamá que no tenían las instalaciones para que yo estuviera allí, porque no tenía brazos. La Teletón le decía a mi mamá que yo tenía una discapacidad física, no mental y por lo tanto no me podían discriminar".
"Las personas que tenemos capacidades diferentes vemos el lado positivo de la vida porque digo: yo no tengo los brazos pero me puedo expresar, caminar, estudiar, hacer mis cosas. Yo miro a mi prima que tiene parálisis cerebral y que está postrada en su cama, dependiendo de su mamá, sin poder hablar, sin poder decir que es lo que siente o necesita".
La estudiante agregó que "la ciudad no está preparada 100%. Yo viajo en el metro todos los días y ahí no dan el asiento, tengo que hacer equilibrio para no caerme. El tema es que uno tiene que ir y decir: Soy discapacitada, porque si no, no lo dan".
El presidente de la Fundación Teletón, Humberto Chiang, explicó que "las personas en condición de discapacidad, son personas con capacidades diferentes. La discapacidad puede ser transitoria o permanente. Cuando uno mira la discapacidad de esa forma nos damos cuenta de que todos somos discapacitados virtualmente".
El médico se refirió a la importancia que tiene la adaptación de la sociedad frente a las personas con capacidades diferentes recalcando que "el problema no es el discapacitado sino la sociedad".