Cristián Contador, director kinesiología USS: “Tenemos que sacudirnos, no es tarea cumplida sino todo lo contrario”

El pasado 11 de diciembre la Universidad San Sebastián se convirtió en la segunda universidad privada no tradicional en obtener 5 años de acreditación en la carrera de kinesiología en todas sus sedes. Cristián Contador director de la carrera en Santiago explica el rol que jugó la nueva malla en la acreditación y los desafíos de internacionalizar la carrera para seguir avanzando.

Jueves 1 de enero de 2015

La Universidad San Sebastián fue la primera institución privada que impartió la carrera de kinesiología, en el 2000 en Concepción, y seis años más tarde en Santiago. En poco tiempo generaron una nueva malla curricular acorde con las nuevas necesidades asistenciales en el país, lo que le valió que hace pocos días fuera acreditada por 5 años. La segunda casa de estudios no tradicional en conseguirlo.

Al respecto, el director de la carrera en Santiago, Cristián Contador señala que "después de 14 años era importante generar un nuevo perfil de egreso enfocado a las nuevas realidades epidemiológicas y de salud pública del país".

El kinesiólogo explica que en el país hay más de 100 programas de kinesiología pero que "cuando tú vas a ver cuáles están acreditadas el espectro se reduce a 15". De éstas sólo 2 tienen una acreditación de 6 años, la Universidad de la Frontera (UFRO) y la Universidad Católica del Maule, mientras que sólo 5 universidades tienen una acreditación de 5 años, sólo dos de ellas son privadas no tradicionales, la Universidad Mayor y la Universidad San Sebastián, lo que indica que estamos muy bien posicionados".

El aspecto que más destaca el director es la línea de investigación ya que parten  con salud pública, pasando por epidemiología, salud comunitaria, metodología de la investigación I y II, finalizando con  seminario de investigación y la tesis. Lo que para Contador esto le entrega a los alumnos "las herramientas para que pueda terminar con un proyecto que pueda ser ejecutado", a lo cual agrega "estamos contento por la malla que logramos".

La importancia del proceso de acreditación radica en primer lugar en los beneficios que obtienen los estudiantes que ingresan a la educación superior, debido a que sólo pueden postular a financiamiento estatal –como la Beca Bicentenario–, o recursos que cuenten con garantía del Estado –como el Crédito con Aval del Estado–, si es que se matriculan en instituciones acreditadas.

“Vamos por buen camino”

“Uno puede estar orgulloso porque los pares dijeron que esta es una de las mejores mallas de kinesiología y que respondía al 100% a nuestro perfil de egreso”, sentencia Contador, y agrega que para haber logrado esto el apoyo de la universidad ha sido fundamental. Como ejemplo pone que este año a la escuela le facilitaron los espacios en los que tener laboratorios para realizar investigaciones con modelos animales, mientras que en el área de post título pudieron consolidar el magíster enfocado en el área cardiorrespiratoria, y además la universidad junto a la escuela preparan dos más enfocados a las áreas músculo-esquelética y la del adulto mayor.

Sobre este tema el director agrega “tenemos líneas de desarrollo, líneas de investigación en el área musculo esquelético, cardiorrespiratorio, análisis del movimiento, adulto mayor y en el área de la fisiología del ejercicio”. En este aspecto explica que esto permite a los alumnos integrarse para poder tener experiencias más cercanas a esta área de la universidad, ya que los estudiantes se unen a los grupos que trabajan en estos proyectos y colaboran a recaudar fondos y hablar con los comités de ética. “Porque un alumno no tiene las herramientas para hacerlo sólo, pero si tiene que participar”, puntualiza Contador sobre estas participaciones y agrega que estas experiencias sirven para entregar herramientas para cuando llegue el momento de elaborar su tesis, la cual es una exigencia para obtener el grado.

Por otro lado el director habla de la experiencia de tener a 4 alumnos de la Universidad de Northwestern de Chicago, durante este año, quienes vinieron a realizar parte de su formación en la San Sebastián. Al respecto Contador dice que es “una de las mejores escuelas de kinesiología de Estados Unidos y vinieron acá a Chile a hacer parte de su formación con nosotros, eso te dice que tan mal no lo estamos haciendo porque la tendencia es todo lo contrario nosotros nos vamos a formar allá y no al revés “

“No es tarea cumplida sino todo lo contrario”

Para Contador la tarea aún no ha terminado y reconoce que quedan varias cosas pendientes para poder seguir avanzando y llegar a tener la acreditación de 6 años. “Pasar a los 6 o 7 años de acreditación tienes que estar en otra línea. No basta tener un proceso de pregrado consolidado, sino que además un postgrado funcionando. Tener otra serie de elementos que nos plantea esta nueva acreditación”, explica el director, y luego agrega que uno de los primeros puntos a solucionar es mejorar las formas de dar a conocer estas noticias.

Otro punto a solucionar es la investigación de pregado, ya que hace dos años el gobierno de Sebastián Piñera promulgó una ley en la que nadie puede hacer investigación, intervenir pacientes, sujeto e incluso modelos animales, sin que sea visado por un comité de ética. “Todas las investigaciones de pre grado de la universidad se complejizan porque tienen que ser pasadas por un comité de ética”, explica Contador, “antes conseguías los permisos en un hospital, los pacientes. No había mayor problema, pero ahora se complejizó”, agrega. En base a esto plantea que tienen que agilizar los procesos de los comités de ética.

“Tenemos que seguir avanzando en el postgrado”, dice el director y es que tienen la meta de tener en dos años más 3 magísteres funcionando y acreditar el magíster de kinesiología cardiorrespiratoria, el primero que sacamos. Contador explica que las ambiciones de la escuela también apuntan a tener 10 programas de diplomado funcionando y además tener una sistematización de su vinculación con el medio. “Todo esto –agrega Contador– tenemos que materializarlo en más áreas: el área respiratoria, el área musculo esquelética, en las distintas áreas que tenemos”. 

Finalmente el director señala la necesidad de internacionalizar la carrera ya que, para él, que los estudiantes puedan hacer parte de su formación afuera les da un plus adicional. Y es que para Contador esta nueva acreditación no tiene que relajarlos sino que “todo lo contrario, tenemos que sacudirnos, no es tarea cumplida sino todo lo contrario".


 ¿En qué consiste la acreditación?

Muchas veces se habla de universidades y carreras acreditadas por igual, pero ambos son procesos totalmente independientes pero con un mismo fin: certificar la calidad de la educación.

La acreditación institucional evalúa como mínimos las áreas de gestión institucional y docencia de pregrado, pudiendo además medir de forma electiva las áreas de: investigación; docencia de postgrado; formación continua; y vinculación con el medio. Aspectos que obtienen diferentes ponderaciones al momento de entregar los años de acreditación –que varían entre 1 y 7 años–. Lo que les permite optar a financiamiento estatal.

Por otro lado la acreditación de carreras busca medir la calidad de las carreras y programas de estudios de las instituciones de educación superior, lo cual hace a través de tres criterios: los propósitos declarados por la institución que los imparte; los estándares nacionales e internacionales de cada profesión o disciplina; y el respectivo proyecto de desarrollo académico.

Cabe destacar que el proceso de acreditación de carreras de pregrado sólo es obligatorio para las carreras de medicina y pedagogía –en las menciones de educación básica, media, diferencial y parvularia–. Si bien el resto de las acreditaciones son voluntarias, estas son indispensables para que los alumnos puedan optar a becas o créditos con financiamiento estatal, por lo que si una carrera no está acreditada su título no será inválido.

En lo que respecta a la realidad de las universidades chilenas, todas las universidades tradicionales se encuentran acreditadas –dos de ellas siendo las únicas en obtener el máximo de años: la Universidad de Chile y la Pontificia Universidad Católica de Chile–, mientras que sólo el 85% de las universidades autónomas lo está. En el caso de la Universidad San Sebastián se encuentra acredita por 4 años (Septiembre 2012 – Septiembre 2016).

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