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¿La carrera que quiero, la que quiere mi familia o en la que puedo quedar?
Hoy se entregan los resultados de la PSU y comienza el periodo de postulación a las universidades del país y la etapa de esperar los resultados. ¿Qué carrera estudiar? ¿Qué pasa si no se cumplen las expectativas?
Martes 26 de diciembre de 2017
La elección de una carrera para estudiar y el proceso de postulación a las distintas universidades genera estrés y ansiedad, esto porque ante la espera de resultados que sean acordes con los deseos de miles de jóvenes estudiantes, aumenta la expectación y la preocupación.
Ya con el puntaje en mano y el trámite en desarrollo, es importante tener en cuenta algunos consejos, que el decano de la Facultad de Psicología de la Universidad San Sebastián, Claudio Orelllana, comparte para no desesperar ante la entrega de resultados:
- Tener claridad de la o las carreras de su gusto. A estas alturas del proceso es difícil o poco común que un postulante no sepa la carrera que desea, o al menos el área o ámbito que le sea más afín a sus gustos, pero siempre habrá quienes no tienen una decisión tomada.
- Estar consciente del puntaje obtenido y el requerido por la carrera e institución deseada.
- Contar con toda la información de las instituciones que imparten la carrera deseada.
Con esta información, el psicólogo recomienda “rankear” las opciones y enfrentarse a las distintas posibilidades de respuesta:
- Quedar en la carrera deseada.
- La posibilidad óptima de quedar en la carrera e institución deseada.
- Y, la que en el peor de los escenarios, es estudiar una carrera que no es la soñada, pero en la institución más anhelada.
Claudio Orellana destaca el siempre contar con un segundo e incluso un tercer plan alternativo, “lo que bajará los niveles de ansiedad al tener una variedad de posibilidades que satisfacen de igual forma las expectativas”.
Conscientes de la realidad
En todo este proceso, el académico de la USS explica que es muy importante que los postulantes tengan conciencia de la realidad y no esperar tras una preparación insuficiente, reflejada en un bajo puntaje, lograr resultados auspiciosos en el momento de la selección. “Es transcendental la honestidad con uno mismo y el círculo cercano, y reconocer que los resultados, si bien tienen un factor de incertidumbre, hay un espacio de control relacionado con el nivel de preparación; de igual forma, tampoco esperar que en el proceso de postulación las cosas cambien significativamente”.
Así, Claudio Orellana recalca el valor de vivir la frustración y no entrar a una carrera si no se está convencido, “o solo por satisfacer las expectativas de la familia. Lo anterior, no quiere decir que no se pueda estudiar algo que no estaba en el horizonte de posibilidades iniciales; sin embargo, hay que hacerlo teniendo claro que puede que requiera un tiempo el sentirse cómodo en esa carrera”.