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45,7% de los usuarios de FONASA está en lista de espera
Encuesta ‘La Brújula Salud’ del Instituto de Políticas Públicas de la U. San Sebastián revela gran inequidad en acceso a atención. La probabilidad de quedar en lista de espera de un afiliado a Fonasa es 6 veces mayor que la de un beneficiario de Isapres.
Miércoles 26 de agosto de 2015
El instituto IPSUSS de la U. San Sebastián presentó esta mañana la primera encuesta nacional sobre temas de salud, destinada a ayudar al desarrollo de políticas basadas en datos, y donde se consideren además las preferencias de la ciudadanía.
La Brújula de Salud entregará cada dos meses un estudio sobre aspectos específicos de la situación de este ámbito de la vida nacional, por ejemplo el acceso equitativo a la atención, la percepción de la calidad del servicio por parte de los usuarios, así como su estado de salud.
El director de IPSUSS, Jaime Mañalich, explicó que "lo que esperamos es que en esta entrega bimestral nosotros mostremos tendencias de cosas que aparecen aquí evaluadas por primera vez, cómo cambian en el tiempo, y también aprovechar cada bimestre para mostrar –como ocurre en el caso particular de las listas de espera en este estudio- qué es lo que ocurre con otras coyunturas que se puedan presentar y a las cuales la gente pueda estar muy sensible". |
En la primera edición de la encuesta se entrevistó a 1.593 personas mayores de 15 años, usuarios tanto de Fonasa, como de Isapres.
Como punto de partida se estableció que un 68,9% de los encuestados asistió a alguna consulta médica en los últimos 6 meses, sin que haya diferencia especial según el tipo de seguro de salud.
62,2% de los encuestados se atendió en el sector público, en un consultorio, hospital o servicio de urgencia. Llamó la atención, sin embargo, que un 27,3% de los beneficiarios de FONASA se atendió en el sector privado.
Del universo de la población atendida y que fue derivada a otro médico, un 14,5% corresponde a afiliados de Isapres y 28,1% a usuarios de Fonasa.
Es decir, la probabilidad de ser derivado a un especialista es el doble en los beneficiarios del seguro público. Esto demuestra la necesidad de mejorar la capacidad de la atención primaria de salud pública para resolver los problemas de las personas.
En cuanto a la espera por una atención médica, en el caso de los beneficiarios de Isapres es 7,4%, mientras que en los afiliados de Fonasa sube a 45,7% En otras palabras, la diferencia es 6 veces mayor en los usuarios del seguro público.
La gran mayoría de estas personas tiene pendiente una hora para ver a un Médico Especialista (58,9%), seguida por quienes esperan Exámenes (12,5%) o una Cirugía (11,6%).
"Es decir, tienen un problema de salud, están en una lista de espera para hacerse recién los exámenes y luego va a venir el tratamiento. Desde el punto de vista sanitario esto es muy grave, es dramático, hay una inequidad tremenda aquí", explicó Fabián Riquelme, director del Centro de Estudios de la U. San Sebastián, que elaboró la encuesta. |
En cuanto al Tiempo de Espera, se estableció que un 35,7% de las personas lleva más de 6 meses y 27% entre 3 y 6 meses. En el caso específico de los beneficiarios de Fonasa, la lista de espera es de 70% para consulta de un Médico Especialista, 15,5% para Exámenes y 14,3% para una Cirugía. Y el 36,6% lleva más de 6 meses esperando. Entre los usuarios de ISAPRES, en cambio, ninguno ha sobrepasado ese límite de tiempo.
El efecto de esta espera es que 44,6% de las personas siente que en este tiempo su salud ha empeorado.
Jaime Mañalich planteó que "evidentemente ha llegado el momento de pensar muy en serio en una reforma global al sistema de salud chileno, que involucre no sólo –como se piensa hasta ahora- al sistema privado, Isapres, sino una reforma global a cómo se financia la salud primaria, cómo se financian los especialistas, cómo se les compromete a destinar una parte significativa de su tiempo a quienes más los necesitan en el país". |
"Por eso yo creo que una reforma de salud requiere una mirada de estado, una mirada de largo plazo, requiere acuerdos políticos, requiere un consenso de mayor financiamiento a la par de una mayor exigencia de eficiencia en el sector público de salud. Y el problema es que el tiempo está corriendo muy rápido en contra. O sea, la manera como la gente envejece en Chile, con enfermedades crónicas, hace que este proceso tenga que hacerse en un diálogo político, ciudadano, de acuerdos, en forma bastante urgente, y el clima no está muy adecuado para eso", finalizó el director del instituto IPSUSS.
Los detalles de este primera edición de la encuesta La Brújula Salud se encuentran adjuntos a esta crónica.