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Desafío en cuarentena: ¿Cómo mitigar el impacto del sedentarismo?
Es necesario hacer quiebres de conductas que impulsan hacia el sedentarismo. Se debe interrumpir el estar largas hora sentados, ya sea viendo televisión o trabajando en el escritorio.
Lunes 4 de mayo de 2020
El sedentarismo fue catalogado como pandemia en 2012 por la revista Lancet, y según la Organización Mundial de la Salud (OMS) es el cuarto factor de riesgo en cuanto a mortalidad, asociado un 6% de las personas fallecidas en el mundo.
La académica de la carrera de Kinesiología de la Universidad San Sebastián, sede Valdivia, Carolina Núñez, indica que junto con mantener las medidas de aislamiento social y de higiene para combatir el Covid-19, se debe seguir enfrentando a la pandemia del sedentarismo, que en Chile, alcanza el 86,7% de la población (Encuesta Nacional de Salud 2016- 2017).
“Existen efectos secundarios al alterar hábitos diarios y se puede poner en peligro la salud personal producto de una reducción abrupta de la actividad física. Hay estudios que precisan que el sedentarismo es la causa principal de aproximadamente un 21%-25% de los cánceres de mama y de colon, el 27% de los casos de diabetes y aproximadamente el 30% de la carga de cardiopatía isquémica”, apunta la docente.
Lo que preocupa a la kinesióloga de la USS es que los niveles de actividad física se ven reducidos al no poder realizar ejercicio de forma habitual, limitando prácticas deportivas o –simplemente- reduciendo actividades en nuestro diario vivir, como el desplazamiento a nuestro trabajo. “Esto hace que nos veamos expuestos a un desencadenamiento de efectos metabólicos desfavorables, aumentando drásticamente el riesgo de muchos trastornos graves e incapacitantes, como diabetes, cáncer, osteoporosis y enfermedad cardiovascular e incluso afección de nuestra salud mental, experimentando sentimientos como tristeza, enojo, frustración y/o irritación”, explica.
Con todo, para la docente, la barrera del sedentarismo se puede romper con voluntad. “No hay excusas. Si hacemos el análisis de que un día tiene 1.440 minutos, por qué no destinar un mínimo de tiempo a un beneficio para mi propia salud”, recalca. A lo que agrega que “nunca es tarde para comenzar, el ejercicio es la polipíldora, aquella medicina que traerá beneficios múltiples en mi salud”.
En relación a lo recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), con el objetivo de mantener nuestras funciones cardiorrespiratorias y musculoesqueléticas, reducir el riesgo de enfermedades crónicas no transmisibles y depresión, la profesional acota que, “se debe realizar 150 minutos semanales de actividad física a intensidad moderada, o 75 minutos a intensidad vigorosa”.
“También debemos hacer quiebres de conducta sedentaria, el cual implique interrumpir el estar largas hora sentados ya sea viendo televisión o trabajando en el escritorio. Cada una hora debemos ponernos de pie, realizando actividades simples como caminar en el lugar, realizar ejercicios de estiramientos o simplemente moverse dentro de la casa, de esta manera romperemos con el ciclo un comportamiento sedentario”, sostiene.
“Es importante que, si padece alguna condición patológica o síntomas de enfermedad, consulte a su médico para la derivación a un profesional kinesiólogo que realice una adecuada prescripción del ejercicio físico”, subraya Carolina Núñez.