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Próxima campaña VIH-SIDA: rupturista, sin clasificación de grupos y enfocada en educación integral
A fines de 2016, el Ministerio de Salud debiera presentar la nueva campaña sobre VIH-SIDA y como años anteriores, no estará exenta de polémica. Al respecto, diversos actores del mundo ligado a la prevención y detección de la enfermedad dan luces de lo podría ser la nueva estrategia del gobierno.
Viernes 12 de agosto de 2016
Con tan sólo un 7% de la población sexualmente activa que se realiza el examen del VIH en el país, según datos del Hospital Clínico de la Universidad de Chile, la educación en torno al tema se hace imprescindible.
Ese es un consenso que hace años expertos en la materia y la autoridad lo saben, aunque las políticas para enfrentarlo no hayan sido o sean las más eficientes o no apunten en la dirección correcta. Y acá, una de los temas más controversiales es cómo educar- vía campaña- a la población en general, sin distinguir sexo, edad, orientación sexual o nivel socioeconómico.
Por ley, todos los años el Ministerio de Salud (Minsal) debe crear una campaña que vaya dirigida a informar sobre esta enfermedad, que por lo general se lanza a fines de año, cuando comienza la época estival en el país. En este punto, diversos han sido los enfoques que se han tratado los últimos años: “siempre condón”, “hazte el examen” o “Ya sé prevenir el Sida ¿cómo no me cuido?”. Lo anterior, dirigido a la población sexualmente activa o a los 30 mil casos confirmados con VIH, y entre 20 mil a 30 mil posibles infectados, según los datos de distintas organizaciones.
Para este año el Minsal no ha explicitado en forma pública cuál será el enfoque que dará a la campaña 2016-2017, pero diferentes actores que trabajan directa o indirectamente con el tema, apuntan mayormente a educar en forma integral sobre cómo debe ser y no enfocarse en un grupo etéreo o condición sexual, ya que las estadísticas muestran que la enfermedad está presente en todos lados.
A juicio de David Palma, médico voluntario de la comisión Educación y Ciencia de Fundación Iguales, las campañas nunca han sido del todo efectivas porque se han presentado barreras como “desconocimiento o lenguaje” en los noventa, donde se comenzó a educar a la población desde el miedo. Más adelante, cuando se empieza a trabajar con personas con VIH u organizaciones que trabajaban en el tema, hubo "ataques" de la Iglesia o el mundo conservador, comenta.
Posterior a esto, recuerda, “con el Fondo Global entre 2003-2008, las campañas son progresivamente mejores hasta la del 2009 que para mí es la más completa. Esa campaña estuvo enfocada a usar preservativos, conocer el diagnóstico, que las personas viviendo con VIH siguieran el tratamiento y con foco en distintas poblaciones. Había muchas bajadas. Tras eso, vino la campaña del gobierno de Sebastián Piñera donde se cambió todo el enfoque al examen, que tampoco fue malo, pero medicalizó una patología en un tema que es de derechos humanos. A la vuelta de la Presidenta Bachelet, se trató de recuperar lo hecho, pero en vez de haber partido de lo realizado hasta 2009, el mensaje de la última campaña (ver link abajo) es el mismo del 2006 o 2007”.
Consultado específicamente si se debe retomar lo que se estaba haciendo en 2009, dice que lo hecho hasta ahí hay tomarlo como piso básico “y hablo de este piso porque el enfoque en prevención en VIH es primero, es decir, educación sexual: saber qué es el VIH, cómo se contagia y promover evitar contagio. Segundo, favorecer que todas las personas puedan llegar a saber su estado, y eso es potenciando el examen no en personas con sospechas de tener la enfermedad, sino que toda persona sana se haga el examen. Y tercero, que aquellos notificados, se traten a tiempo y no cuando estén complicados; que sean atendidos rápido por un equipo, no sólo pastillas sino que sean evaluados por sicólogos, asistentes sociales, trabajo comunitario o redes”.
La mira in situ
Desde el Centro de Diagnóstico TestVIH -donde se puede hacer el examen con resultado en 15 minutos- creen que "lo fundamental es que la gente tenga una educación continúa porque muchas veces se hace una terapia de shock, pero lo importante es que sea constante, todo el año, no con una campaña una vez al año. Se debe apostar por un cambio en el chip de la gente, donde haya conciencia de que todos los años se debe hacer el examen, porque no sólo por tener pareja única estoy libre de tener la enfermedad. Hay que tener claro que si se tienen relaciones sexuales hay que hacerse el examen".
Para ellos, métodos como "uso del preservativo y lubricante en el caso de la población homosexual para que no se rompa el condón o educar a las dueñas de casa de que esta es una enfermedad que existe realmente, es fundamental. Se debe apostar a educar en forma integral; que se hagan el examen porque es necesario, que si se tiene relaciones sexuales hay riesgo, independiente de la edad o pareja única"
Érica Castro, matrona y académica de la Universidad San Sebastián, conoce hace años la evolución que ha tenido la enfermedad. Según ella, el hecho de que el VIH se haya transformado "prácticamente en crónico, baja un poco la percepción del riesgo y esto tiene que ver desde la vida diaria. Hoy el VIH ha incrementado entre los más jóvenes y personas adultas, y ahí estamos en diagnósticos tardíos. Para el segundo caso, desde los prestadores de salud pareciera que el VIH no debiera afectarles porque casi no hay sexualidad, donde la cultura del preservativo o culturales no están”.
Bajo esta mirada, la profesional cree que la campaña 2016 “debiera enfocarse como rupturista en los conceptos de la cultura de las personas desde pequeños, desde la sexualidad y de la enseñanza. Que se rompa eso de que a mí no me pude pasar. De hecho por eso la ONU ha dicho que las campañas de VIH han sido un completo fracaso y esta epidemia se ha salido de control".
Por su parte, el director de VivoPositivo, Manuel Jorquera, destaca a que "lo que compete es que la campaña de haga desde el punto de vista sanitario, tal como se abordan otras campañas como el Virus Hanta, por ejemplo, donde se explica qué es el virus, cómo se transmite y cómo evitar que ello ocurra, porque ahí se está aplicando el reglamento sanitario”.
Asegura que cuando se habla del Sida y se hacen campañas, “entran otros factores que son ajenos a la discusión, como es el tema valórico y eso ha sido la piedra en el zapato que hemos tenido, porque no se educa a las personas en cómo evitarlo. Lo importante es que las personas entiendan que todas las medidas de protección en conjunto (preservativo, pareja única o abstinencia) o en forma separada, son métodos que evitan que una persona adquiera el VIH", dijo.
Para el activista lo primero que debe existir como política pública es "evitar que una persona tenga la posibilidad siquiera de adquirir el VIH, porque a esta altura sabemos claramente cómo se trasmite, entonces, también podemos decir claramente cómo evitarlo. Ahora, tomarse el examen es una campaña legítima y buena, pero no es el pilar de salud pública que es prevenir. Eso estaría dentro del pilar de redes asistenciales cuando las personas ya están enfermas. La campaña hazte el examen es para evitar que una persona llegue al Sida, no al VIH, y lo que nosotros estamos buscando primero es que no llegue al VIH".
No focalizar y más expedito
Para el representante de Fundación Iguales, otro de los grandes problemas que ve en Chile en los últimos 25 años es que el VIH se ha trabajado siempre con una población focalizada, "que si lo llevamos a estadísticas, las personas que más tienen VIH son hombres que lo adquirieron por tener sexo con otros hombres. Y si llevamos ese grupo a gays, se pierde un montón de gente como grupo objetivo, y si trabajas exclusivamente con personas gay o transexuales, pierdes hacerlo con el hombre que no se identifica en ese grupo – que es casado y/o con hijos- pero que sí tiene sexo con una trabajadora sexual transexual, por tanto, como no se identifica dentro del grupo, no toma en cuenta las políticas hechas para gay y sentirse en riesgo", comenta.
Desde Test VIH también apuestan a otro punto no menor en la discusión: que el examen sea "más expedito, que no exista tanta traba. Que exista un servicio donde sí quiero tomarme el examen, sea casi por orden de llegada. Acá en Test VIH también damos consejería, pero en forma rápida. En el sector privado el test de Elisa se demora dos días, pero en el público tres semanas y eso no puede pasar", puntualiza.
En tanto, para la matrona Érica Castro, siempre hay grupos más vulnerables que puedan adquirir el virus, “pero hoy en día hay mujeres casadas, con una sola pareja sexual en su vida y tienen VIH, y lo tienen porque la percepción del riesgo no estaba, porque eran fieles y el tema no era parte de su vida. Entonces, si hay grupos donde ha aumentado el VIH, este debería aplicarse a todos. Debería ser una consejería a partir de las vivencias de cada uno, más allá de encuestas, porque la percepción de riesgo no existe".