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Evitar el desayuno es una mala práctica para bajar de peso
Para comenzar bien el día, se debe considerar un desayuno que incluya cereales de granos enteros, frutas y lácteos bajos en grasa, que permitan cubrir las necesidades de energía posterior al ayuno nocturno.
Lunes 18 de enero de 2021
Aunque que este verano la población estará más restringida producto del coronavirus, igualmente algunos programan paseos a la playa o piscina. Panoramas que obligan a preocuparse de la figura y en esa desesperación por lucir bien, surge la tentación de saltarse el desayuno. Gran error.
Solange Martínez, nutricionista y académica de Nutrición y Dietética de la Universidad San Sebastián, dice desayuno ha sido considerado la comida más importante del día, “ya que interrumpe el ayuno nocturno que puede durar de 1o a 12 horas, dependiendo de las horas de sueño que tengamos, y donde los niveles de glicemia pueden alcanzar índices bajos, por cuanto es necesario reponer energía y nutrientes para ejercer de forma óptima todas nuestras actividades”.
La profesional puntualiza que el desayuno debe aportar entre un 20 a 25% de la energía total diaria. Por eso, saltarse esta comida no es inocuo. “Existe evidencia de que saltarse el desayuno puede reducir el rendimiento en el ejercicio y la resistencia física durante el día. Además, se ha asociado a mayor riesgo de obesidad y enfermedades crónicas”, plantea la académica.
La docente explica que no consumir un buen desayuno puede “conducir a una desregulación del apetito, lo que sumado a otros factores puede favorecer un alza de peso y junto con ello, el aumento de diversas patologías como diabetes, hipertensión arterial y dislipidemia, entre otras”.
Pero, ¿qué incluye un desayuno de buena calidad? Solange Martínez afirma que cereales de granos enteros, frutas y lácteos bajos en grasa, que permitan cubrir las necesidades de energía posterior al ayuno nocturno, que favorezca un aumento en la saciedad y con esto, se reduzca el deseo de ingerir de alta densidad energética entre comidas, evitando el aumento de peso.
La docente USS entrega algunos ejemplos: leche o yogurt, pan o cereales, fruta o jugo de fruta natural sin azúcar. Sugiere agregar a elección: huevos, queso, quesillo o palta. “En un estudio de 2015, un 26% de las personas encuestadas refieren omitir el desayuno en ocasiones. ¿Cuáles son las causas de la omisión? Dicen que no desayunan por falta de tiempo (66%), prefieren aprovechar ese tiempo en dormir (38%) y otro grupo refiere no sentir apetito (18%)”. Si bien el desayuno es necesario, no se debe consumir dos veces. “Las personas que desayunan dos veces cada día, por ejemplo, en la casa y en el trabajo, tienden a tener sobrepeso u obesidad”.
En conclusión, “el consumo diario de un desayuno balanceado permite mantener un buen crecimiento y desarrollo en los niños, mejora el rendimiento físico y mental, ayuda a mantener un peso saludable, mejora la concentración y el comportamiento, aumenta el rendimiento y la productividad en el trabajo, contribuyendo a nuestro bienestar”, recalca la profesional.