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Experto en nutrición: “todos se preocupan de las alertas alimentarias, pero a nadie le importa comer sushi en la calle”
En el coloquio “¿Son seguros los alimentos que comemos?”, organizado por la carrera de Nutrición y Dietética e IPSUSS de la U. San Sebastián, participaron representantes del Ministerio de Salud, de Agrosuper y expertos en nutrición, quienes debatieron a propósito de la seguidilla de alertas alimentarias que se han notificado en nuestro país este primer trimestre del año.
Miércoles 29 de marzo de 2017
Desde el mes de febrero a la fecha el Ministerio de Salud (Minsal) ha emitido tres alertas sanitarias: por merkén contaminado con una toxina proveniente de hongos (Marco Polo y Gourmet); por presencia de listeria en tres productos de la marca Llanquihue; y por el hallazgo de la bacteria Salmonella en la marca de camarones congelados Sea Quest. Además, del registro en enero de los casos de gripe aviar en dos plantas de producción de Sopraval (Agrosuper) y la reciente alarma por el escándalo de la carne brasileña maquillada para su comercialización, es indicador de que algo está pasando.
En esa línea se debatió respecto al sistema de seguridad alimenticio en nuestro país y si son suficientes los controles que realiza la Autoridad Sanitaria. Cuestionamientos que fueron abordados en el coloquio ¿Son seguros los alimentos que comemos?, organizado por la carrera de Nutrición y Dietética y el Instituto de Políticas Públicas en Salud (IPSUSS) de la U. San Sebastián, y en el que participaron Hugo Schenone, del Departamento de Nutrición y Alimentos del Ministerio de Salud; Patricia Landaida, Jefa de Aseguramiento de Calidad de Agrosuper; Paolo Castro, Consultor en Nutrición, Alimentación y Asuntos Regulatorios del Colegio de Nutricionistas; y Andrés Voisier, Académico de la Carrera de Nutrición y Dietética de la U. San Sebastián.
Hugo Schenone, encargado de declarar las alertas sanitarias en el Ministerio de Salud, destacó los planes de vigilancia de las 15 Seremis de Salud del país, mencionando que “en estos planes se establecen una serie de muestras a tomar y se buscan los contaminantes relacionados con el alimento en cuestión, y una de las primeras cosas que hace la autoridad es ir directamente al lugar donde el alimento se elabora”, explicó Schenone.
En cuanto a los productores de alimentos, Patricia Landaida de Agrosuper comentó los sistemas de bioseguridad con los que cuenta la organización para detectar tempranamente eventuales alteraciones de las materias primas y/o productos, “desde los animales vivos hasta que tenemos el producto envasado y distribuido en los supermercados a los consumidores, mantenemos un riguroso sistema de calidad. Nuestras plantas están fiscalizadas permanentemente, por lo tanto, estamos en un constante trabajo en conjunto con la autoridad sanitaria, para cumplir la reglamentación incluso más allá de lo que establece la ley”.
En el caso de la gripe aviar detectada en enero, Landaida destacó la rapidez y trabajo de bioseguridad coordinado entre lo público y privado, que permitió entregar certeza a los consumidores de que las aves contagiadas fueron eliminadas.
Sin embargo, a pesar de las vigilancias de los productores y de la Autoridad Sanitaria, “no se puede asegurar en un cien por ciento que una contaminación alimentaria no va a ocurrir, pero lo importante es saber cómo proceder y que los consumidores sean ampliamente informados de los alcances y riesgos ante una alerta alimentaria”, señaló Andrés Voisier, nutricionista experto en inocuidad alimentaria y académico de la USS.
Comida callejera ¿quién lo fiscaliza?
Se ahondó también en la proliferación de puestos de comida callejera que existen en las ciudades, e incluso en los food track que están de moda. Esto a juicio del consultor nutricional Paolo Castro, no está siendo regulado y vigilado como se debiera, recalcando que “existe alarma sobre algunos productos que son más industrializados, pero nadie se preocupa por comer sushi en la calle”.
Sobre este punto, el representante del Minsal sostuvo que más que atribuciones faltan estrategias para abordar coordinadamente el aumento del consumo alimenticio callejero, el que según datos de la carrera de nutrición, representa el 20% de las enfermedades transmitidas por alimentos (ETA).
Una situación que impulsa al autocuidado según los especialistas ya que es un público cautivo el que consume este tipo de productos y “hay que apelar a la conciencia de estas personas, además de entregarles información permanente para escoger con conocimientos, evitando los posibles riesgos de adquirir alguna enfermedad” señalaba Voisier.
En esa línea se hizo hincapié en la importancia de la fiscalización a los productores, la educación a la población y la difusión de información a la opinión pública en forma permanente, más allá de las campañas puntuales de Semana Santa o del período estival, por mencionar algunas.