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Los pros y los contras del ayuno intermitente
Vivimos rodeados de millones de dietas que presentan algún grado de popularidad entre los usuarios, donde el ayuno intermitente responde a una de las tendencias alimenticias que suscitan mayor interés.
Jueves 27 de enero de 2022
Las redes sociales permiten la masificación instantánea de un mensaje y de forma frecuente, propicia la viralización de contenido que algunas veces conlleva algún tipo de riesgo. Este el caso de las dietas que son difundidas por medio de cuentas no oficiales, influenciadores o celebridades, las cuales, en su mayoría, aluden a hábitos alimenticios que no son recomendables para todas las personas.
Vivimos rodeados de millones de dietas que presentan algún grado de popularidad entre los usuarios, donde el ayuno intermitente responde a una de las tendencias alimenticias que suscitan mayor interés.
¿Qué es el ayuno intermitente?
Existen distintas formas de ayunos, pero las más comunes son restringir los horarios de comida, es decir, ayunar 20, 16 o 12 horas o en días alternos, por ejemplo cada dos o tres días. En el caso del ayuno intermitente, implica abstenerse total o parcialmente de comer durante un tiempo determinado, antes de volver a comer de forma regular.
La popularidad de este concepto ha dado origen a diversos estudios que han observado beneficiosos efectos en la salud y en paralelo, a riesgos que aluden al crecimiento y al desarrollo del cuerpo humano. Al respecto el nutricionista y director del Magíster en Nutrición en Salud Pública de la Universidad San Sebastián, Samuel Durán, recomendó a quienes se interesan por este tipo de dietas a asesorarse con algún profesional de la salud con el objetivo de asegurar un proceso libre de riesgos.
"En los últimos años se han publicados muchos estudios que dan como resultado que los sujetos que realizan ayuno intermitente bajo supervisión profesional, bajan el IMC, el peso corporal, grasa corporal, colesterol LDL (colesterol malo), el colesterol total, triglicéridos, la glucosa plasmática, la insulina en ayunas, HOMA y presión arterial", puntualizó Durán, quien agregó que estos resultados son en un contexto supervisado y en personas que previamente no tengan otras enfermedades que puedan complicar su situación.
¿Por qué sí y por qué no?
El director del magíster en Nutrición en Salud Pública de la U. San Sebastián explicó que en general, las personas que pueden someterse a este tipo de régimen alimenticio, deben estar sanas o bien, quienes padecen de diabetes para conseguir resultados que permitan reducir los índices de glucosa. En este último caso, deben asesorarse por medio de un nutricionista o profesional de la salud para ajustar los medicamentos y evitar hipoglicemias.
Los riegos son variados y en algunos casos desconocidos, pero según Durán, todo aquello que conlleve una ingesta de calorías muy baja, podría desencadenar afecciones en el crecimiento y en el desarrollo, especialmente en niños, adolescentes y en embarazadas.
Para quienes busquen perder peso, es importante tener en consideración, que el ayuno debe ser acompañado por una alimentación saludable rica en frutas, verduras, legumbres y cereales integrales, además de un consumo permanente de agua o líquidos sin calorías durante el día.
"Hasta ahora no hay información si el ayuno es una dieta específica, o que otros ejemplos (dieta keto, paleo o dieta mediterránea), sea mejor una que otra. Hay que esperar a estudios a futuro, quizás para refinar la recomendación", concluyó el académico de la USS al momento de proyectar la permanencia de la tendencia del ayuno.