- Usted está en:
- Portada / Actualidad
ONU: Un tercio de la comida mundial va a vertederos
El 45% de las frutas y vegetales que se cosechan en todo el mundo se desperdician. También se desperdicia el 30% de los cereales, o 763.000 millones de cajas de pasta, y de los 263 millones de toneladas de carne que se producen mundialmente cada año, se pierde el 20%.
Martes 16 de octubre de 2018
Unos 1.300 millones de toneladas de comida producida para el consumo humano (un tercio del total), termina en vertederos. Esto, a pesar de que una de cada nueve personas en el mundo sufre de hambre, asegura el Fondo para la Alimentación y la Agricultura (FAO) de la ONU.
El desperdicio ocurre en todos los procesos de producción, cultivo, procesado, distribución y consumo. Es decir, tanto los agricultores, como las compañías, los restaurantes, así como los consumidores, tienen responsabilidad en la cantidad exorbitante de comida que se pierde.
Esto ocurre mientras existen 821 millones de personas que padecen de hambre en el mundo. Una de cada nueve personas sufre de inseguridad alimentaria, pero en realidad se producen alimentos más que suficientes para todos.
El desperdicio visto como una oportunidad
Una de las mayores acciones que se pueden realizar para llegar al Hambre Cero, es acabar con el desperdicio. Varios jóvenes chefs y restauranteros se dieron cita recientemente en la ONU para compartir iniciativas que están cambiando la manera en la que sus negocios manejan y controlan el desperdicio, no sólo para aprovechar más la comida, sino para evitar la contaminación que se genera a partir de los residuos.
“Es impresionante que se desperdicie tanta comida, especialmente con tanta pobreza en el mundo y el costo que genera a las ciudades y municipalidades deshacerse de esos residuos”, aseguró, el director de ONU-Hábitat en Nueva York -agencia que dedicó su día oficial este año al manejo de los desperdicios- Christopher Williams.
El profesional asegura que muchos jóvenes están dejando de ver el desperdicio como un problema, para convertirlo en una oportunidad.
“El desperdicio es oro, y se puede hacer mucho dinero con él. Pero esto depende de la voluntad, la tecnología y las políticas, que deben combinarse para lograr ese fin. Si logramos que los restaurantes, los supermercados y los consumidores comiencen a tratar los residuos de manera diferente, algo que no es caro, generará mucho ahorro para las ciudades y los impuestos de los ciudadanos. Además, se puede convertir también en una mayor cantidad de puestos de trabajos”, puntualizó.