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¿Sabías que el Burnout es considerado como una nueva enfermedad profesional?
Es más que un agotamiento físico y mental. El Burnout implica una serie de síntomas y manifestaciones como frustración, desmotivación y falta de compromiso o desapego con una labor determinada. En el fondo es una depresión o estrés a un nivel extremo.
Martes 4 de enero de 2022
El Burnout, entendido como agotamiento profesional, fue descrito en la década de los 80 por el psiquiatra Herbert Freudenberger. Casi 40 años después, la Organización Mundial de la Salud (OMS) la reconoció como una enfermedad laboral.
Pablo Mardones, académico de la Facultad de Psicología de la USS dice que “es un estado de desgaste que se caracteriza por la sensación de fatiga crónica a un nivel extremo. Lleva a la aparición de problemas afectivos, preocupación constante, cuadros de ansiedad y, desde el punto de vista cognitivo, puede aparecer déficit de memoria, atención y concentración. Además, se produce una disminución en el desempeño de las personas”.
Por eso, el psicólogo enfatiza que hay que entenderlo como “una experiencia extrema del estrés” que va acompañada de agotamiento, inefectividad y percepción o falta de logro de las personas en el trabajo y en ese sentido “podría ser descrito como una especie de depresión por estrés”.
Diálogo laboral
Las estrategias preventivas son la base para frenar el Burnout, ya que este es el último eslabón de una cadena precedida por cuadros de estrés, ansiedad y desmotivación que manifiestan tempranamente los trabajadores.
“El diálogo en el trabajo es fundamental y, en este sentido, los comités paritarios de higiene y seguridad cumplen un rol importante. Estos grupos levantan problemáticas del trabajo y facilitan espacios para poner a conversar a los trabajadores con los empleadores. Gracias a esto, es posible identificar quiénes están propensos a burnout y ahí deslizar estrategias para poder solucionarlas”, comenta Gabriel Araya, académico de Kinesiología y especialista en salud laboral.
El docente especifica que existe un protocolo ministerial de identificación de riesgos psicosociales, cuyo espíritu es identificar estos cuadros. “Esta herramienta es vital y su aplicación debe estar presente en los espacios laborales. No obstante, siempre es bueno destacar que el autocuidado debe ser un aliado a la hora de velar por la salud laboral. Si no te cuidas, te quemas y desmotivas, y si esto ocurre a gran escala, se corre el riesgo de afectar negativamente tus relaciones más allá del contexto del trabajo”, concluye Araya.