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Sepa cómo cuidar sus ojos si va a la nieve
El uso de una protección ocular adecuada “resulta fundamental durante nuestra estancia en la nieve, por más breve que sea”, precisa el doctor en ciencias de la visión de la U. San Sebastián, Cristian Chávez.
Miércoles 17 de julio de 2019
La llegada de los meses de invierno, no sólo implica un aumento en la incidencia de gripes y resfriados, sino que las bajas temperaturas, el viento y el sol, pueden ser perjudiciales para la salud ocular, sobretodo si se practican deportes de invierno, como el esquí o el snowboard o simplemente, si quiere ir de paseo por el día.
Por esto, es importante tomar ciertas precauciones para que toda la familia pueda disfrutar de ella, ya que la nieve refleja cerca de un 80% de la radiación ultravioleta, a diferencia de la arena que lo hace entre un 20% y 30%. Además, debemos considerar que la proporción de radiación UVA y UVB aumenta un 10% cada 1.000 metros de altitud, por lo que estamos más expuestos en las zonas de alta montaña.
Es por ello que el uso de una protección ocular adecuada “resulta fundamental durante nuestra estancia en la nieve, por más breve que sea”, asegura el doctor en ciencias de la visión de la U. San Sebastián, Cristian Chávez.
Destaca que “la mayoría de los aficionados a los deportes de invierno en la montaña suelen utilizar gafas tipo máscara (antiparras) que proporcionan la adecuada protección, siempre y cuando las compren en ópticas y establecimientos establecidos”.
Los daños oculares derivados de la permanencia por algunas horas en la nieve, “como la conjuntivitis solar, la queratitis solar, las cataratas o las lesiones retinianas, se deben, sobre todo, a la radiación ultravioleta antes mencionada, a la reverberación atmosférica y a la presencia de partículas en suspensión en el aire, como los cristales de hielo”, puntualiza el profesional.
Y añade: “en la queratitis solar, los síntomas suelen ser bilaterales y no aparecen inmediatamente tras la exposición a la radiación UV, sino que entre las 6 y 12 horas posteriores a la exposición. Los síntomas suelen ser dolor ocular, ojo rojo, lagrimeo y fotofobia (dificultad para abrir los ojos por intolerancia a la luz)”.
Ante cualquiera de estos síntomas, Chávez recomienda “acudir lo antes posible a un médico oftalmólogo de urgencia para que reciba tratamiento de forma oportuna”.
¿Qué tipo de lentes de sol debemos utilizar?
- Usar gafas de sol con alto filtro UV (idealmente categoría 4).
- Gafas que cuenten con protecciones laterales o del tipo antiparras. Esto con el fin que se ajusten al rostro lo mejor posible.
- Si los cristales son polarizados se reduce además el reflejo del sol, lo que da mayor seguridad y confort visual durante las actividades que se realizan en la nieve.
- Usarlas siempre, independiente de las condiciones climáticas (si hay o no sol, viento o niebla).
- Los niños menores de 6 años son aún más sensibles a los rayos UV por lo que también deben usar anteojos adecuados.
- En el caso de personas con defectos de refracción (miopía, hipermetropía, astigmatismo), se pueden utilizar lentes de contacto combinadas con gafas con filtros adecuados, o bien gafas graduadas.